Comentarios de especialistas de Amnistía Internacional sobre asuntos clave de derechos humanos en sus regiones

El Informe 2015/2016 de Amnistía Internacional contiene una completa perspectiva de la situación de los derechos humanos en cada región del mundo.

Nota para periodistas: Hay fotografías disponibles de los perfiles de todos los portavoces aquí.

América

Erika Guevara Rosas, directora del Programa para América:

“América se enfrenta a una mezcla tóxica de arraigada discriminación, violencia, desigualdad, desgarradora pobreza y daños ecológicos, y la pasividad sistemática de quienes deben proporcionar justicia y reparación por las violaciones de derechos humanos cometidas pone en peligro la vida de millones de personas en todo el continente. Si los gobiernos no toman medidas decisivas para impedir que los abusos contra los derechos humanos entren en una espiral sin control, veremos cómo un tragedia se transforma en una epidemia de horrores.”

Asia y Oceanía

Nicholas Bequelin, director regional para Asia Oriental:

“La tendencia entre los gobiernos de Asia Oriental ha sido hacia la pérdida de transparencia y un aumento de la desconexión con la población de su país. En China y Corea del Norte, las violaciones y los abusos contra los derechos humanos continúan profundamente arraigados, y las autoridades de Japón, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong han demostrado tener en común una intolerancia progresiva a la crítica y la discrepancia.”

Champa Patel, directora regional para Asia Meridional y el Sudeste Asiático:

Asia Meridional

“La situación de los derechos humanos sigue siendo desoladora en Asia Meridional, donde la represión va en aumento: Pakistán se mantiene en la lista de países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. En Bangladesh han matado a blogueros a machetazos por expresar sus opiniones; en Afganistán, las defensoras de los derechos humanos de las mujeres han sido blanco específico de ataques violentos. En India, las autoridades han reprimido a organizaciones de la sociedad civil que critican sus políticas oficiales y ampliado las restricciones sobre la recepción de fondos extranjeros. Los Estados deben garantizar con urgencia la obtención de verdad, justicia y reparación por las violaciones y abusos contra los derechos humanos cometidas actualmente y en el pasado.”

Sudeste Asiático

“En el Sudeste Asiático estamos viendo una tendencia creciente a la restricción desmedida del derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica, como las amplias atribuciones otorgadas para erradicar la disidencia en Tailandia, la prohibición de las ONG en Vietnam, los juicios de personas que han criticado al gobierno en aplicación de la Ley contra la Sedición en Malasia, y las decenas de estudiantes, activistas políticos y defensores de los derechos humanos que están entre rejas en Myanmar”, ha afirmado Champa Patel, directora regional de Amnistía Internacional para Asia Meridional y el Sudeste Asiático.

“A pesar de la crisis de refugiados que estalló en mayo de 2015, los países de la región, en particular, Indonesia, Malasia y Tailandia, no adoptaron medidas suficientes para proteger a las personas refugiadas y migrantes. Existe la imperiosa necesidad de dar asilo a la comunidad rohingya y poner fin a su persecución en Myanmar. Australia no ha hecho sino empeorar las cosas con medidas como la devolución automática de solicitantes de asilo, de carácter punitivo.”

John Dalhuisen, director del Programa para Europa y Asia Central:

“El año 2015 estuvo dominado por el fracaso de los dirigentes de la UE para dar una respuesta coherente y humana a la crisis de refugiados, mientras cientos de miles hacían peligrosas travesías por mar para terminar enfrentándose a nuevos peligros cuando pisaban suelo europeo. Al final del año, trágicamente, los Estados de la UE anteponían cada vez más la protección de sus fronteras a los derechos y necesidades de quienes huían de la persecución y el conflicto.

“Con la intolerancia creciente de la disidencia en Rusia, Turquía y Azerbaiyán y la batería de medidas antiterroristas que coartan derechos aprobadas por los Estados de la UE tras los ataques de París, el compromiso de los gobiernos europeos con el respeto de la estructura internacional de los derechos humanos parecía más inestable que nunca.”

Philip Luther, director del Programa para Oriente Medio y Norte de África:

“Por desgracia, 2015 fue otro año desastroso en Oriente Medio y Norte de África, marcado por letales conflictos armados —que para millones de civiles se tradujeron en derramamiento de sangre y sufrimiento—, una crisis de refugiados sin precedentes y un cúmulo de asaltos a los derechos y libertades por parte de gobiernos represivos.

“Desde el catálogo de atrocidades en Siria, incluidos crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y desplazamientos masivos cometidos en una escala verdaderamente épica, hasta el infame desprecio por la vida de la población civil demostrado durante los conflictos que azotan Yemen, Irak y Libia, a lo largo del pasado año se burló de manera descarada y reiterada el derecho internacional humanitario en toda la región. Los conflictos persistentes y la crisis ponen de manifiesto cómo las instituciones clave concebidas para proteger a las personas son sistemáticamente socavadas y descaradamente ignoradas, sin que el propio Consejo de Seguridad de la ONU sea capaz de poner freno a los abusos generalizados en Siria.

“Cinco años después de los levantamientos multitudinarios de 2011, ha sido un amargo revés presenciar una oleada de renovada represión así como el fantasma del régimen autoritario resurgiendo para encabezar la represión de la disidencia. En toda la región, los Estados adoptaron medidas draconianas enfocadas al activismo pacífico, a menudo en nombre de la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo. En Egipto y Arabia Saudí se hizo un uso generalizado de una legislación antiterrorista abusiva para detener arbitrariamente y encarcelar a disidentes, incluidos activistas pacíficos y defensores de los derechos humanos.”

África subsahariana

Muthoni Wanyeki, directora regional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos:

“En África Oriental hubo un vergonzoso aumento de las violaciones de derechos humanos en 2015. Esto se hizo patente en torno a las elecciones, que estuvieron empañadas por prohibiciones de protestas y mítines, uso excesivo de la fuerza contra manifestantes y detención arbitraria de defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas y miembros de la oposición política. Como consecuencia, Burundi, por ejemplo, está al borde de la guerra civil.

“Algunos gobiernos de la región prosiguieron su lamentable ofensiva diplomática contra la justicia internacional y la Corte Penal Internacional para garantizar impunidad a dirigentes políticos acusados de crímenes internacionales. La impunidad sigue favoreciendo la inestabilidad, el conflicto y las violaciones de derechos humanos.”

Deprose Muchena, director regional para África Austral:

“Gobiernos de toda África Austral trataron como delincuentes a quienes sostenían opiniones discrepantes en 2015, lo que tuvo un efecto de cohibición de las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica. La peor parte de la represión del Estado la han sufrido los activistas que exigían rendición de cuentas y servicios básicos, los periodistas y hasta los abogados y jueces que se desviaban de la línea oficial.

“Mientras en Angola, Suazilandia y Zimbabue se detenía a activistas en la calle, el presidente de Sudán, Omar al Bashir, era autorizado a viajar sin impedimentos a la conferencia de la Unión Africana en Sudáfrica. Es evidente que algo no funciona cuando se trata como delincuentes a defensores y defensoras de los derechos humanos y, en cambio, personas reclamadas por la Corte Penal Internacional por genocidio reciben trato de dignatarias.

“Los dirigentes de los Estados del África Austral deben comprometerse de nuevo a respetar y proteger los derechos humanos y a trabajar para revertir la espiral de represión que se está apoderando de la región.”

Alioune Tine, director regional para África Occidental y Central:

“Millones de personas en África Occidental y Central vieron progresivamente amenazadas sus libertades y su seguridad en 2015 debido a la violencia de los grupos armados y las restrictivas medidas antiterroristas impuestas por las autoridades.

“Mientras que en Camerún, Chad, Níger y Nigeria, cientos de personas fueron víctimas de homicidio, tortura y violación a manos del grupo Boko Haram en sus ataques indiscriminados contra la población civil, las fuerzas de seguridad incendiaron propiedades, practicaron detenciones arbitrarias y ejecutaron extrajudicialmente mediante fusilamiento a presuntos miembros del grupo armado.

“Los derechos a expresar libremente las opiniones, a protestar de manera pacífica y a no sufrir detención arbitraria se infringieron sistemáticamente incluso en los países libres de conflictos, sobre todo en los periodos electorales y de transición política.”