La violencia sexual, incluida la violación, es generalizada y sistémica en todo el mundo. Según estimaciones mundiales publicadas por la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente una de cada tres mujeres (35%) en todo el mundo ha sufrido en algún momento de su vida violencia física y/o sexual a manos de su pareja o violencia sexual ejercida por terceros.
No hay ningún país en que la gente esté libre de esta amenaza y, si bien afecta de forma desproporcionada a las mujeres y niñas, ningún género o grupo de personas está exento de sus efectos destructivos.
Teniendo esto en cuenta, es muy posible que entre las personas activistas que defienden el consentimiento haya supervivientes o que interactúen, tanto dentro como fuera de Internet, con supervivientes y víctimas de violación o de otras formas de violencia sexual.
Los y las activistas no deben animar a la gente a revelar sus experiencias personales, pero algunas personas supervivientes pueden optar por hacerlo. Otras preferirán no decir nada pero pueden sentir angustia al leer o ver materiales sobre violaciones o al participar en algunas de las actividades.
Efectos de la violación / Respuestas habituales
Cada persona reacciona de forma diferente a una agresión sexual y no hay un modo correcto o incorrecto de sentirse. Las pesadillas, las visiones retrospectivas o flashbacks, los cambios de humor o la falta de concentración son síntomas habituales. A veces las víctimas tienen miedo, sentimientos de culpabilidad, sufren un trastorno de estrés postraumático, se sienten avergonzadas o estigmatizadas debido a las normas de género predominantes respecto a quienes han sido objeto de violencia sexual, los culpables de estos actos y los roles de hombres y mujeres.
Otras personas supervivientes no tienen reacciones externas evidentes.
¿Cómo podemos ayudar?
- Ten a mano contactos de referencia y salvaguardia disponibles para quienes puedan necesitar ayuda, aun cuando no los pidan (por ejemplo, en la sala de descanso). Estos contactos pueden consistir en líneas de asistencia telefónica gratuita de organizaciones nacionales o regionales, centros de ayuda para víctimas de violación o centros de atención a mujeres en tu país. También puedes incluir líneas de atención y recursos online especializados en apoyo a determinados grupos (LGBTI, organizaciones para personas migrantes, gente de color, minorías, etc.)
- Añade estos números y contactos a tu campaña online o tenlos a mano en los talleres y otras actividades fuera de Internet.
- Si vas a utilizar como posibles apoyos números de contacto e información de organizaciones específicas más pequeñas, considera contactar con ellas primero para informarlas.
- Las pautas que exponemos a continuación pueden servir para ayudar a las personas supervivientes cuando quieran o sientan la necesidad de compartir sus experiencias personales:
- Escucha lo que tienen que decir e intenta no interrumpir (aunque tengas preguntas)
- ¡Créelas!
- Hazles saber que entiendes que no fue culpa suya
- Ofréceles información sobre personas de contacto y organizaciones que les pueden ayudar, pero RESPETA su decisión sobre qué hacer
- No las juzgues ni les preguntes por qué no se defendieron ni pidieron ayuda inmediatamente
- Respeta su confidencialidad (por ejemplo, no compartas sus datos personales, como su nombre o el lugar donde viven y, en caso de tener que informar a alguien o comentar sus experiencias fuera del taller, no reveles ningún dato que pudiera identificarlas sin su consentimiento. Si tomas notas, debes guardarlas de forma segura para proteger su identidad)
- Evita decirles qué tienen que hacer para sentirse mejor. Deja que sea la persona superviviente quien controle la situación
- Si la persona te dice que está en peligro por culpa de otros o corre el riesgo de autolesionarse, pregúntale si se sentiría bien llamando a un teléfono de ayuda para víctimas de violación o a los servicios de urgencias.
Puedes encontrar recursos adicionales para supervivientes y activistas en la guía.
La última sección de la guía está dedicada a los recursos complementarios escritos o audiovisuales: educativos, de formación, pódcasts y material televisivo. Hay muchas formas interesantes y estimulantes de explorar el tema del consentimiento.
Si estás preparado/a para iniciar tus propios debates sobre el consentimiento, ¿por qué no compartes esta serie de artículos de blog como primer paso? Mantennos informados en Instagram @LetsTalkAboutYes y en Twitter #LetsTalkAboutYes