Derechos sexuales y reproductivos: ‘no solo un tema de mujeres’

Amnistía Internacional Mexico está utilizando la educación en derechos humanos para crear espacios para que los jóvenes de México compartan sus conocimientos y opiniones sobre los derechos sexuales y reproductivos, obteniendo como resultado que los chicos jóvenes se den cuenta de que no es tan solo un “tema de mujeres” y para que decidan que ya es suficiente y se conciencien de que estos derechos afectan a toda la sociedad. 

Solucionando la desconexión

En un movimiento con el objetivo de solucionar la desconexión entre las violaciones globales de los derechos humanos y las preocupaciones diarias, Amnistía Internacional México ha realizado numerosos talleres ‘Hablemos en voz alta’ en 2014. La actividad de la educación en derechos humanos fue diseñada para que los jóvenes debatan sobre los derechos sexuales y reproductivos y se lanzaron con la campaña Mi cuerpo, Mis derechos en marzo de 2014.

Más de cien personas de diferentes organizaciones de todo México se han reunido para iniciar un diálogo sobre los derechos sexuales y reproductivos. Esto incluyó no solo a los estudiantes y los activistas, sino también a los profesores, abogados y mujeres indígenas. La mayoría de ellos no estaban afiliados a la sección local de Amnistía.

Jóvenes activistas participaron en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México observan las imágenes de Choo San que fueron aportadas como parte de la actividad. ©Amnistía Internacional
Jóvenes activistas participaron en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México observan las imágenes de Choo San que fueron aportadas como parte de la actividad. ©Amnistía Internacional

Los facilitadores crearon un espacio abierto en el que los participantes podían debatir sobre los derechos sexuales y reproductivos y examinar los casos de estudio de varias violaciones de todo el mundo. Los jóvenes activistas tuvieron fuertes reacciones a las fotos de Choo San que se aportaron, las cuales ilustraban, entre otras cosas, el derecho a la contracepción mostrando una lámina de pastillas dentro de un brazo.

Después fueron capaces de dibujar los nexos entre aquellas situaciones y las situacines similares que ocurren en México. Edwin, un estudiante universitario, dijo ‘¡Basta! Estas violaciones no pueden seguir existiendo. Tenemos que decir ¡basta ya! Estos derechos son esenciales para la coexistencia de los humanos en harmonía. Debemos apoyar a aquellos que han sido violados. No podemos quedarnos en silencio.”

Jóvenes activistas participaron en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México para compartir sus experiencias y opiniones sobre el tema de los derechos sexuales y reproductivos. ©Amnistía Internacional
Jóvenes activistas participaron en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México para compartir sus experiencias y opiniones sobre el tema de los derechos sexuales y reproductivos. ©Amnistía Internacional

No solo un tema de mujeres

Los jóvenes tuvieron una amplia oportunidad para compartir sus sentimientos e identificar temas de importancia personal. Los organizadores estaban complacidos con la respuesta, resaltando un participante que había planeado irse a los 30 minutos pero terminó quedándose todo el evento. Además, dos jóvenes que empezaron el día convencidos de que los derechos sexuales y reproductivos era tan solo un tema de mujeres, llegaron a comprender que eran relevantes en su vida diaria.

Catalina, otra estudiante afirmó “los hombres no se han de sentir atacados, sino más sentirse incluidos en el proceso. Este conocimiento es importante no solo para los jóvenes pero también para los padres. Es necesario incluirlos en el proceso educativo.”

Jóvenes activistas participando en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México muestran su ejercicio de muro de graffitis para animarse a expresar de forma creativa la importancia de los derechos sexuales y reproductivos en sus vidas. ©Amnistía Internacional
Jóvenes activistas participando en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México muestran su ejercicio de muro de graffitis para animarse a expresar de forma creativa la importancia de los derechos sexuales y reproductivos en sus vidas. ©Amnistía Internacional

El conocimiento es poder

Se retó a los participantes a imaginar en qué serían diferentes sus vidas si sus derechos fueran violados. Uno de los escenarios de ¿y si? aportados aportó la historia de Jean-Claude, un camerunés que fue condenado a 36 meses de cárcel por homosexual. El derecho a elegir tu propio compañero generó mucha atención, ya que los jóvenes afirmaron que las actitudes homofóbicas aún estaban presentes en la sociedad mexicana.

Además, los jóvenes resaltaron que muchas autoridades estatales no respetaban los derechos de las mujeres, chicas y personas homosexuales. Varios participantes afirmaron la necesidad de la educación, ya que creyeron que los modelos de desigualdad entre hombres y mujeres estaban siendo perpetuados dentro del estado.

Jóvenes activistas participaron en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México observan las imágenes de Choo San que fueron aportadas como parte de la actividad .©Amnistía Internacional
Jóvenes activistas participaron en el taller ‘Hablemos en voz alta’ en México observan las imágenes de Choo San que fueron aportadas como parte de la actividad .©Amnistía Internacional

Se realizarán más talleres durante la campaña de dos años, manteniendo el objetivo general de preparar a los jóvenes para que se conviertan en educadores de compañeros sobre derechos sexuales y reproductivos.

Un estudiante resaltó que es importante que las mujeres sean formadas sobre los derechos sexuales y reproductivos para que podamos transmitir el mensaje, especialmente a las partes más remotas del país en las que los derechos se violan diariamente. Tenemos que trabajar duro en este tema. El conocimiento nos hará libres.

Amnistía Internacional lanzó la campaña Mi Cuerpo, Mis Derechos en marzo de 2014 la cual pretende empoderar a los individuos para que realicen elecciones informadas sobre su sexualidad y reproducción y para ejercitar sus derechos sexuales y reproductivos de forma libre.

“¡Exprésate!” es una actividad de educación en derechos humanos para el compromiso de los jóvenes que pretende iniciar una conversación y capacitar a los jóvenes para que tomen acciones significativas para la campaña Mi Cuerpo, Mis Derechos y convertirse en líderes de la campaña.

Las actividades de educación en derechos humanos de la campaña Mi Cuerpo, Mis Derechos pretender involucrar a los jóvenes para:

Aumentar su comprensión sobre los derechos sexuales y reproductivos, cómo afectan sus vidas y por qué son importantes.

Tener sus voces y opiniones enfatizadas en el lanzamiento global de la campaña.

Iniciar o continuar su involucración en la campaña Mi Cuerpo, Mis Derechos y el trabajo de los derechos sexuales y reproductivos de Amnistía Internacional.

Desarrollar sus habilidades para facilitar la educación en derechos humanos y el activismo con otros jóvenes.

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