El doble lenguaje de los dirigentes europeos no puede esconder las innumerables contradicciones del acuerdo alcanzado por la UE y Turquía para gestionar la crisis de los refugiados, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
“El doble lenguaje de este acuerdo encubre los argumentos fallidos sobre los que se basa la tenaz determinación de la Unión Europea de dar la espalda a una crisis global de refugiados, e ignorar obstinadamente sus obligaciones internacionales”, ha dicho John Dalhuisen, director para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
Las promesas de respeto a las leyes internacionales y europeas guardan un sospechoso parecido con el azúcar que recubre la píldora de cianuro que la protección de los refugiados en Europa se acaba de ver obligada a tragar.
John Dalhuisen, director para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional
“Las promesas de respeto a las leyes internacionales y europeas guardan un sospechoso parecido con el azúcar que recubre la píldora de cianuro que la protección de los refugiados en Europa se acaba de ver obligada a tragar.”
“Las garantías de respetar escrupulosamente el derecho internacional son incompatibles con la devolución a Turquía de todos los migrantes irregulares que lleguen a las islas griegas a partir del domingo. Turquía no es un país seguro para refugiados y migrantes, y cualquier proceso de devolución que se base en esta idea será equivocado, ilegal e inmoral, da igual las garantías fantasmas que precedan al resultado que se anuncia.”