Ante la noticia de que ayer las autoridades italianas se incautaron de un barco de salvamento de una ONG española y su tripulación está siendo investigada por “conspiración criminal dirigida a facilitar la inmigración ilegal” por negarse a entregar a la guardia costera libia a las personas refugiadas y migrantes que acababa de rescatar en aguas internacionales, a más de 70 millas náuticas de la costa libia, Fotis Filippou, director de Campañas de Amnistía Internacional para Europa, ha manifestado lo siguiente:
“Al pedir a la guardia costera libia que coordinara el rescate y después incautarse del barco de la ONG que se negó a entregar a las personas refugiadas y migrantes, las autoridades italianas han demostrado un temerario desprecio por la decencia común. En lugar de ser penalizadas por intentar salvar la vida de refugiados y migrantes que huyen de horribles condiciones de detención y abusos sistemáticos contra los derechos humanos en Libia, las ONG que salvan vidas en el mar deberían ser apoyadas.”
Las ONG que salvan vidas en el mar deberían ser apoyadas, no penalizadas.
“Las autoridades italianas nos revelan una vez más su verdadera prioridad: cerrar a toda costa la ruta del Mediterráneo central, con escasa consideración por el sufrimiento causado. Esto parece indicar otro paso más en el proceso de delegar la vigilancia del Mediterráneo central en la guardia costera libia.”
Esto parece indicar otro paso más en el proceso de delegar la vigilancia del Mediterráneo central en la guardia costera libia.
Fotis Filippou, Amnistía Internacional
“Es hora de que los gobiernos de Europa reajusten con urgencia los términos de su cooperación con Libia en materia de migración. Su desalmada complicidad con traficantes, delincuentes y torturadores tiene que acabar, y la seguridad y los derechos de las personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo deben ser prioritarios.”
La desalmada complicidad de los gobiernos de la UE con traficantes, delincuentes y torturadores tiene que acabar, y la seguridad y los derechos de las personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo deben ser prioritarios.
Información complementaria
El barco de salvamento Open Arms quedó inmovilizado el domingo en el puerto siciliano de Pozzallo y las autoridades italianas afirmaron que están investigando al grupo por presunta asociación criminal dirigida a fomentar la inmigración “ilegal”.
Marcando una distancia considerable respecto a operaciones de salvamento anteriores en el Mediterráneo central, normalmente coordinadas por la guardia costera italiana, las autoridades de Italia han declarado que las operaciones de rescate realizadas el viernes en aguas internacionales estaban coordinadas por la guardia costera libia, que ha recibido lanchas motoras y otra ayuda de diversos gobiernos y organismos europeos en los últimos meses. Las personas refugiadas y migrantes interceptadas por la guardia costera libia son desembarcadas en este país y conducidas de inmediato a centros de detención donde se cometen violaciones graves de derechos humanos ampliamente documentadas, como detención arbitraria, tortura y otros malos tratos y explotación.
Los gobiernos europeos deben condicionar su apoyo a tener garantías de que las autoridades libias ponen fin a la política de la detención arbitraria e indefinida de personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo, reconocen al ACNUR y le permiten ejercer íntegramente su mandato en el país. Asimismo, los gobiernos europeos deben ofrecer oportunidades suficientes de reasentamiento a las personas refugiadas que están atrapadas en Libia, establecer un control firme de las operaciones de la guardia costera libia y, sobre todo, asegurarse de que las personas rescatadas en el mar no son devueltas a Libia hasta que la protección de sus derechos esté garantizada.