Durante el último decenio, miles de trabajadores migrantes han muerto de manera repentina e inesperada en Qatar pese a haber superado las pruebas médicas obligatorias antes de viajar al país. Sin embargo, a pesar de los claros indicios de que los golpes de calor han acarreado enormes riesgos para la salud de los trabajadores, y de que un estudio sometido a revisión por pares señalara que con medidas de protección adecuadas se podían haber salvado cientos de vidas, sigue siendo extremadamente difícil saber con exactitud el número de personas fallecidas a causa de sus condiciones de trabajo.