Estudiantes de China y Hong Kong residentes en otros países viven con miedo a la intimidación, el hostigamiento y la vigilancia, puesto que las autoridades chinas tratan de impedir que se involucren en temas de carácter “delicado” o político durante su estancia en el extranjero. Este clima de temor en las universidades de Europa y Norteamérica es fruto de las reiteradas actividades de represión transnacional que las autoridades chinas suelen llevar a cabo contra estudiantes residentes en el extranjero, violando así sus derechos humanos. El efecto disuasorio que generan estas medidas provoca una amplia autocensura en entornos académicos y sociales.