Unión Europea-Libia: La cooperación sobre migración de la UE con Libia es “un fracaso moral” y equivale a complicidad en violaciones de derechos

Con motivo de una visita a Libia del comisario de Migración y varios ministros y ministras de la UE para debatir la cooperación sobre migración el 8 de julio, Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas, ha declarado:

“La cooperación sobre migración de la UE con las autoridades libias es un fracaso moral y equivale a complicidad en terribles violaciones de derechos humanos. Los intentos de impedir las salidas a toda costa reflejan un desprecio absoluto por la vida y la dignidad de las personas refugiadas y migrantes.

Amnistía Internacional lleva tiempo documentando las condiciones infernales que soportan las personas refugiadas y migrantes en Libia. En lugar de abordar el catastrófico coste humano de sus acuerdos de migración con Libia y otros países, la UE y sus Estados miembros lo están redoblando y cada vez hay más gente atrapada en atroces círculos viciosos de abuso.

Con esta visita a Libia se corre el riesgo de reproducir un proceso sin control ni rendición de cuentas como el acuerdo con Túnez. Los dirigentes de la UE deben garantizar que toda cooperación externa garantiza la supervisión y el escrutinio eficaz de los fondos de la UE, a dónde se destinan y a qué actores empoderan.

La UE y sus Estados miembros deben reevaluar con urgencia su apoyo a las autoridades y milicias de Libia, suspender toda medida que contribuya a dejar a personas refugiadas y migrantes atrapadas en ese país y evitar mayor complicidad en la perpetuación de violaciones graves de derechos humanos.”

Información complementaria:

Según informes, el comisario de Migración de la UE, Magnus Brunner, junto con ministros y ministras de Italia, Grecia y Malta, se reunirán el martes 8 de julio con representantes de los gobiernos enfrentados del este y oeste de Libia.

Amnistía Internacional lleva tiempo documentando cómo la asistencia de la UE facilita la interceptación y traslado de decenas de miles de personas a centros de detención de Libia.

En Libia, las personas refugiadas y migrantes son objeto de violaciones de derechos sistemáticas y generalizadas —como detención arbitraria prolongada, desaparición forzada, tortura, violación, homicidio ilícito, extorsión y trabajo forzoso, que, según una investigación de la ONU, muy probablemente constituyen crímenes de lesa humanidad— a manos de grupos armados y milicias que no rinden cuentas ante nadie. Libia no es un lugar seguro para el desembarco.

La visita se debe a la presión de la presidenta de la Comisión, Von der Leyen, para reducir las salidas desde el este de Libia hacia la UE, en particular hacia Grecia, y tiene lugar tras la grave campaña de represión emprendida por las autoridades y milicias de Libia occidental contra las organizaciones humanitarias internacionales que ayudan a personas refugiadas y migrantes, precarizando aún más su situación después de que muchas de estas organizaciones se vieran obligadas a suspender operaciones. En Libia oriental, grupos armados afiliados a las Fuerzas Armadas Árabes Libias como Tariq Ben Zeyad siguen siendo responsables de “un catálogo de horrores” que incluye expulsiones masivas de personas refugiadas y migrantes a Chad, Egipto, Níger y Sudán, sin el debido proceso y sin concederles la oportunidad de solicitar asilo.