Libia: Defensor sudanés de los derechos humanos, desaparecido y bajo amenaza inminente de devolución forzada

Ante la noticia de la desaparición forzada del defensor sudanés de los derechos humanos y solicitante de asilo Mohammed Adam, conocido como “Tupac”, tras ser secuestrado por agentes de la embajada sudanesa en Trípoli, la capital de Libia, el 19 de mayo, Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral, ha declarado:

“A Amnistía Internacional le preocupa enormemente el secuestro de Mohammed Adam por agentes de la embajada sudanesa en Trípoli y la actual falta de información sobre su paradero”.

“Amnistía Internacional ha sabido que, poco después de su desaparición, la embajada sudanesa tenía planes de someter a Mohammed Adam a devolución forzada a Sudán de forma inminente.

Instamos a las autoridades del Gobierno de Unidad Nacional libio a que faciliten información sobre el paradero de Mohammed Asam a su familia y abogados, y garanticen su libertad inmediata y que se le permite acceder a la protección de la Agencia de la ONU para los Refugiados. Las autoridades libias deben impedir cualquier plan de devolución forzosa a Sudán.

Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral

“Instamos a las autoridades del Gobierno de Unidad Nacional (GNU) libio a que faciliten información sobre el paradero de Mohammed Asam a su familia y abogados, y garanticen su libertad inmediata y que se le permite acceder a la protección de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Las autoridades libias deben impedir cualquier plan de devolución forzosa a Sudán.

“Pedimos también a las autoridades sudanesas que paralicen cualquier plan de devolución forzosa a Sudán. De ser devuelto a este país, correría un riesgo aún mayor de sufrir violaciones graves de sus derechos, incluidas la tortura y la detención arbitraria.”

Información complementaria

El principio internacional de no devolución (non-refoulement) prohíbe que los Estados trasladen a personas a un lugar donde corran riesgo real de sufrir violaciones graves de derechos humanos, especialmente la tortura y otros malos tratos.

El 19 de mayo de 2025, poco después de que Mohammed Adam entrase en la embajada sudanesa en Trípoli para obtener un pasaporte nuevo, personal de la legación lo apartó y lo golpeó con violencia. Posteriormente, Mohammed envió mensajes a sus familiares diciendo que estaba detenido dentro de la embajada. Su familia no ha podido volver a contactar con él.

En febrero de 2022, Amnistía Internacional emitió una acción urgente en la que se exigía a las autoridades sudanesas que pusieran en libertad a Mohammed Adam a menos que fuera acusado de un delito reconocido en el derecho internacional y ordenase su detención un tribunal civil independiente. Las autoridades sudanesas lo habían detenido arbitrariamente tras su participación en un protesta contra el golpe de Estado militar. Mohammed Adam estuvo recluido un año y dos meses sin cargos ni juicio y, según los informes, fue sometido a tortura y otros malos tratos en detención.

Tras beneficiarse de una excarcelación general de presos en Jartum iniciada por las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) cuando estalló la guerra en abril de 2023, viajó a Libia y se inscribió ante la Agencia de la ONU para los Refugiados en noviembre de 2024.