Las autoridades argelinas están recurriendo cada vez más a cargos relacionados con el terrorismo redactados de forma muy general para enjuiciar a periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas políticos y para criminalizar a dos organizaciones políticas calificándolas de “terroristas” en una nueva oleada de represión contra la disidencia, manifestó hoy Amnistía Internacional.
En junio, las autoridades reformaron la definición de “terrorismo” para poder enjuiciar a activistas pacíficos y voces críticas. Los periodistas Hassan Bouras y Mohamed Mouloudj son los últimos que han sido sometidos a esta nueva práctica alarmante. Ambos se enfrentan a un posible enjuiciamiento por publicar en Internet textos en los que critican a las autoridades y por sus vínculos con dos organizaciones, el grupo político de oposición sin registrar Rachad, y el grupo Movimiento por la Autodeterminación de la Cabilia (MAK). Han sido acusados de delitos relacionados con el terrorismo, en aplicación, entre otra legislación, del artículo 87bis del Código Penal, que define el terrorismo de forma imprecisa como un acto “contra la seguridad del Estado, la integridad del territorio, la estabilidad y el funcionamiento normal de las instituciones estatales” y lo castiga con la pena de muerte.
“Las autoridades argelinas han intensificado sus tácticas para silenciar la disidencia pacífica mediante el uso de cargos relacionados con el terrorismo para demonizar y deslegitimar el periodismo y el activismo pacífico. Se trata de una mera cortina de humo para ocultar su represión implacable del activismo”, manifestó Amna Guellali, directora adjunta para Oriente Medio y el Norte de África.
“Amnistía Internacional pide a las autoridades argelinas que dejen en libertad de inmediato a Hassan Bouras y Mohamed Mouloudj y retiren estos cargos infundados contra ellos. Es abominable ver cómo se procesa de forma tan sistemática a quienes intentan ejercer su derecho a la libertad de expresión.”
En mayo, el Consejo de Alta Seguridad de Argelia calificó a las dos organizaciones como entidades “terroristas”. Desde entonces, decenas de personas han sido detenidas y enjuiciadas por cargos de terrorismo por sus presuntos vínculos con las dos organizaciones, incluidos los defensores y defensoras de derechos humanos y periodistas Kaddour Chouicha, Said Boudour y Jamila Loukil, junto a otros 12 activistas políticos y de la sociedad civil.
En junio, las autoridades modificaron el Código Penal para ampliar la definición de terrorismo de su artículo 87bis y que incluyera “el intento de obtener poder o de cambiar el sistema de gobierno por medios inconstitucionales”
El 6 de septiembre, la policía detuvo a Hassan Bouras en la ciudad de El Bayadh, en el oeste de Argelia, y el 12 de septiembre a Mohamed Mouloudj en Argel. La policía les incautó los teléfonos y los ordenadores. Los jueces de instrucción del tribunal de Sidi Mhamed ordenaron su detención provisional el 12 y el 14 de septiembre, respectivamente, en espera de que se investiguen los cargos de “difundir noticias falsas”, “daño a la seguridad nacional” y perpetrar “un acto terrorista”, que acarrea la pena de muerte.
En Argelia, un juez a cargo de enjuiciar delitos electrónicos interrogó a Bouras en relación con sus presuntos vínculos con Rachad y examinó su perfil de Facebook. Amnistía Internacional también examinó varias de sus publicaciones en Facebook de semanas recientes y no halló nada que incitara a la violencia o al odio. En su lugar, constató que Bouras había utilizado Facebook principalmente para comentar sobre los últimos acontecimientos de Argelia, incluida la crisis del oxígeno debida al aumento de los casos de COVID-19 y el asesinato del activista Jamel Bensmail el 11 de agosto, linchado por una turba durante los incendios de la Cabilia.
De acuerdo con su esposa, los agentes de policía detuvieron a Mohamed Mouloudj a la entrada de la sede del periódico Liberté, donde trabaja en Argel. La policía lo transfirió a la comisaría de la Gendarmería en la ciudad oriental de Tizi Ouzou, donde fue recluido sin cargos durante dos días. La Gendarmería lo presentó ante el tribunal de Sidi Mhamed de Argel, donde un juez ordenó su detención en espera de juicio tras examinar su perfil en las redes sociales. Fue acusado de presuntos vínculos con MAK y su presidente, Ferhat Mehenni, a quien había solicitado entrevistar en enero de 2021, aunque la entrevista no llegó a celebrarse.
Amnistía Internacional revisó las publicaciones más recientes de Mouloudj y concluyó que eran comentarios sobre los últimos acontecimientos en la región de la Cabilia.
“No hay nada que sugiera que Hassan Bouras o Mohamed Mouloudj hayan hecho nada malo más que ejercer su derecho a expresarse libremente. Está claro que las autoridades están recurriendo de un modo vergonzoso a la legislación antiterrorista como táctica para silenciar la disidencia”, explicó Amna Guellali.
Ambos periodistas están ahora a la espera de juicio. Bouras se encuentra recluido en la prisión de Kolea, cerca de Argel, pero a cientos de kilómetros de su familia. Mouloudj está recluido en la cárcel de El Harrach, en Argel.
Información complementaria
Hassan Bouras es un periodista, activista político y miembro de la Liga Argelina para la Defensa de los Derechos Humanos que ha denunciado la corrupción gubernamental en su ciudad natal de El Bayadh. En noviembre de 2016 fue condenado a un año de prisión, reducido a seis meses en apelación, por denunciar sobornos a agentes de seguridad, y pasó tres meses en la cárcel.
Mohamed Mouloudj es periodista y desde 2021 trabaja en el periódico nacional Liberté, uno de los pocos periódicos independientes que queda en Argelia. Es el segundo periodista de Liberté detenido por acusaciones infundadas después de que Rabah Kareche fuese detenido en abril y condenado en agosto a un año de prisión, del que deberá cumplir ocho meses, por unos artículos sobre una protesta de tuaregs en Tamanrasset, en el sur de Argelia.