Irán: Ahorcamiento inminente de hombre detenido en su adolescencia mientras aumentan las ejecuciones de menores

Las autoridades iraníes deben detener de inmediato la ejecución de un hombre que fue detenido por un delito cometido cuando tenía 17 años, ha manifestado Amnistía Internacional ante su inminente ahorcamiento el 11 de febrero. La ejecución de Hamid Ahmadi se fijó inicialmente para el 4 de febrero, pero su familia ha sido informada hoy de que se ha aplazó una semana.

Tras un juicio injusto y empañado por denuncias de tortura, fue declarado culpable del mortal apuñalamiento de un joven en el curso de una pelea que mantuvo con otros cuatro muchachos en Siahkal, provincia de Gilan, en 2008. El sábado pasado, 28 de enero, fue recluido en régimen de aislamiento en la prisión de Lakan de Rasht, en el norte de Irán, para preparar su ejecución.

“La ejecución de Hamid Ahmadi consolidará un patrón horrible en el que se ha visto a Irán burlar reiteradamente el derecho internacional de los derechos humanos enviando a la horca a personas detenidas cuando eran menores de edad, en muchos casos tras un juicio injusto”, ha señalado Philip Luther, Director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

La angustia mental forma parte de la condena de muerte de Hamid Ahmadi, pues es la tercera vez que lo recluyen en régimen de aislamiento en espera de su muerte.

La última vez que se fijó la fecha de su ejecución, en mayo de 2015, se detuvo en el último momento debido a la indignación pública. Se le concedió entonces un nuevo juicio con arreglo a las nuevas disposiciones sobre la condena de menores del Código Penal Islámico de 2013 de Irán, que permiten a los jueces imponer otra condena, en vez de la pena de muerte, si determinan que el menor no había alcanzado la “madurez mental” en el momento del delito. Sin embargo, en 2015 fue condenado a muerte por segunda vez.

La primera sentencia de muerte de Hamid Ahmadi se dictó en 2009, tras un juicio injusto celebrado en la provincia de Gilan y que estuvo basado en “confesiones” que aseguró haber hecho estando sometido a tortura y otros malos tratos.

Afirma que los agentes de policía lo recluyeron durante tres días en una celda sucia y llena de orines, lo ataron de pies y manos y lo pusieron boca abajo en el suelo, y también que lo ataron a un poste en el patio, que le propinaron patadas en los genitales y que no le dieron comida ni agua. Un agente le dijo que no tuviera miedo de que fueran a ejecutarlo y que simplemente tenía que “confesar” el apuñalamiento para poder cerrar la investigación cuanto antes.

Esta ejecución será una mancha más en la conciencia de Irán y un incumplimiento flagrante de su compromiso de hacer valer los derechos de las personas menores de edad.

Philip Luther, Amnistía Internacional

Hamid Ahmadi asegura que le estaban causando tanto dolor, que estaba dispuesto a confesar cualquier cosa con tal de que paraban. No se tiene noticia de que las autoridades hayan investigado estas presuntas torturas.

Tercera ejecución de un hombre detenido cuando era menor de edad en lo que va de año

En el último mes las autoridades iraníes han ejecutado a otros dos jóvenes que fueron detenidos cuando eran menores de edad y han suspendido en el último momento la ejecución de un tercero que estaba ya prevista.

“Irán es uno de los poquísimos países que continúan ejecutando a personas que eran menores de edad en el momento del presunto delito, lo que constituye una violación flagrante del derecho internacional de los derechos humanos, que prohíbe el uso de la pena de muerte por delitos cometidos siendo menor de 18 años”, ha explicado Philip Luther.

«Llevar a cabo la tercera ejecución de esta clase en un mes será una mancha más en la conciencia de Irá y un incumplimiento flagrante de su compromiso de hacer valer los derechos de las personas menores de edad. En vez de mostrar tan horrible entusiasmo por el uso de la pena de muerte, las autoridades iraníes deben detener con urgencia la ejecución de Hamid Ahmadi, conmutarle le pena de muerte y ordenar que sea juzgado de nuevo y de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos.”

Irán es Parte en la Convención sobre los Derechos del Niño, pero su desfasada legislación continúa permitiendo aplicar la pena de muerte a niñas de tan sólo 9 años y a niños de tan sólo 15.

Amnistía Internacional pide a las autoridades iraníes que reformen con urgencia el artículo 91 del Código Penal Islámico de 2013 de Irán para prohibir el uso de la pena de muerte contra personas menores de edad en el momento del presunto delito, sin dejarlo a discreción de los tribunales ni hacer ninguna otra excepción. A la espera de este cambio legislativo, el presidente de la magistratura debe establecer una suspensión oficial de las ejecuciones y garantizar que se conmutan sin demora todas las condenas de muerte impuestas a personas que eran menores de edad en el momento de su presunto delito.

“Sin estás medidas tan desesperadamente necesarias, las personas condenadas por delitos cometidos siendo menores de edad seguirán corriendo riesgo de ejecución, aunque se les haya librado de la horca en el último momento”, ha afirmado Philip Luther.

Para actuar y pedir a las autoridades iraníes que detengan la ejecución de Hamid Ahmadi, hagan clic en este enlace.