Islam Khalil, que estuvo sometido a desaparición forzada durante 122 días, ha sido torturado bajo custodia y recluido en régimen de aislamiento tras haberse opuesto a la reclusión de más detenidos en su celda, donde los que ya hay están hacinados. Se declaró en huelga de hambre como protesta y su salud se ha deteriorado desde entonces. Se le niega el acceso a un médico.