Según el seguimiento que hace Amnistía Internacional del uso de la pena de muerte en el mundo, en 2024 se tuvo noticia de 1.518 ejecuciones: un aumento del 32% respecto de las 1.153 de 2023. Por segundo año consecutivo, el número de países en los que se llevaron a cabo ejecuciones alcanzó la cifra más baja registrada hasta la fecha.