Cumbre del G-20: La reunión Trump-Putin, una cuestión de vida o muerte para la población de Siria

Cumbre del G-20: La reunión Trump-Putin, una cuestión de vida o muerte para la población de Siria

Para la población civil de Siria, las decisiones que tomen el presidente Trump y el presidente Putin son una cuestión de vida o muerte.

Lynn Maalouf, directora de Investigación para Oriente Medio de Amnistía Internacional

La vida de millones de civiles de Siria cuelga de un hilo mientras los presidentes de Estados Unidos y Rusia se disponen a reunirse aprovechando la celebración de la cumbre del G20-20 en Alemania el 7 de julio de 2017 para hablar de iniciativas contra el terrorismo y de una resolución política de la guerra en Siria. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.

“Para la población civil de Siria, las decisiones que tomen el presidente Trump y el presidente Putin son una cuestión de vida o muerte. La continuación de las políticas actuales tendría consecuencias desastrosas para la población de Siria, que lleva más de seis años soportando sufrimientos inimaginables”, ha señalado Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional.

“Estados Unidos y Rusia deben comprometerse públicamente a proteger a la población civil de Siria y a poner fin a las violaciones del derecho internacional que comenten sus propias fuerzas, además de las partes enfrentadas sobre el terreno. Ambos países y sus aliados son responsables de que centenares de miles de hombres, mujeres, niñas y niños hayan muerto o resultado heridos. Es hora de poner fin al derramamiento de sangre.”

Desde que estalló la crisis siria, Amnistía Internacional ha documentado abusos y violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidos por todas las parte, entre ellos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Las fuerzas del gobierno sirio, con el apoyo de Rusia, han atacado y bombardeado a civiles, causando miles de muertos y heridos; han impuesto asedios prolongados a zonas civiles; han sometido a decenas de miles de personas a desaparición forzada y a ejecuciones extrajudiciales, y han infligido torturas y otros malos tratos de forma sistemática a personas detenidas, causando incontables muertes bajo custodia. Asimismo, los grupos armados han bombardeado y asediado de manera indiscriminada zonas predominantemente civiles y han perpetrado secuestros, torturas y ejecuciones sumarias.

En un informe publicado en febrero de 2017, Amnistía Internacional desveló una campaña de homicidios masivos en la prisión de Saydnaya de Siria, donde el gobierno sirio ha ahorcado en secreto a miles de personas. A pesar de la indignación mundial, el gobierno sirio no permite todavía el acceso de observadores independientes a ningún lugar de detención del país.

“No basta con que los líderes y los legisladores de Estados Unidos hayan expresado su preocupación por la situación en el interior de la prisión de Saydnaya. Tienen también que tomar otras medidas para ayudar a poner fin al prolongado azote de la tortura generalizada de las personas detenidas en Siria. La administración Trump debe presionar a Rusia para que utilice su influencia sobre el gobierno sirio a fin de posibilitar la entrada de observadores en la prisión de Saydnaya y en otros lugares de detención de Siria”, ha añadido Samah Hadid

Incluso antes de que comenzara su campaña aérea en apoyo de las fuerzas gubernamentales en septiembre de 2015, Rusia era ya el principal aliado del gobierno sirio, al que proporcionaba apoyo militar, armas y cobertura política en el Consejo de Seguridad de la ONU. En el norte de la zona rural de Alepo, las fuerzas aéreas rusas han bombardeado hospitales para preparar el terrero al ejército sirio. Asimismo, Rusia ha bloqueado siete resoluciones del Consejo de seguridad de la ONU, incluidas algunas que habrían garantizado la rendición de cuentas por crímenes de guerra cometidos por el gobierno sirio y por los grupos armados que combaten en el país, entre ellos uso de armas químicas.

“El empleo abusivo del veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU ha envalentonado al gobierno sirio, así como a otras partes que intervienen en los combates en Siria, para cometer delitos de derecho internacional con total impunidad. Cuando Estados Unidos y Rusia discutan el proceso político que podría llevar la paz a Siria, deberán poner la rendición de cuentas en el centro del debate. Si no se permite que las iniciativas para hacer justicia a la población de Siria sigan su curso, siempre estarán ahí las semillas de la renovación del conflicto y de futuras atrocidades”, ha afirmado Samah Hadid.

Amnistía Internacional ha pedido también a Estados Unidos que lleve a cabo con prontitud investigaciones imparciales sobre las violaciones del derecho internacional cometidas por la coalición participante bajo su dirección en Siria y que haga públicas las conclusiones. Amnistía Internacional ha documentado recientemente el uso ilícito de fósforo blanco por las fuerzas estadounidenses en zonas civiles densamente pobladas de Raqqa, acto que viola claramente el derecho internacional humanitario y que podría constituir crimen de guerra.