El 9 de enero murieron 18 personas durante protestas en la ciudad de Juliaca, en la región de Puno, en Perú. El país sigue viviendo protestas y violencia en diferentes regiones, tras el anuncio del entonces presidente Castillo de disolver el Congreso y su detención el 7 de diciembre. Tanto la Policía Nacional como las Fuerzas Armadas han hecho un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes. Al menos 40 personas han muerto desde el 7 de diciembre. Amnistía Internacional insta a la presidenta Boluarte a que ponga fin de inmediato a todas las formas de fuerza ilegítima por parte de las fuerzas de seguridad.