En recientes conversaciones a puerta cerrada, Estados Unidos y México están considerando declarar México como “tercer país seguro”. Esto impediría a todas las personas solicitantes de asilo que pasen por México pedir protección en Estados Unidos, y las obligaría a permanecer en México, un país peligroso y sin los recursos suficientes. Este acuerdo podría cerrarse en las próximas semanas, y pondría a miles de personas en peligro.