El pasado 7 de enero, en el transcurso de una vista judicial, unos soldados impidieron la entrada de Eron Kiiza a la zona del tribunal militar reservada a la defensa cuando comparecía en juicio un cliente suyo y político de oposición. Eron Kiiza reaccionó gritando y golpeando la verja de la sala que impedía su paso. Los soldados lo sacaron de la sala, empleando para ello la violencia, tras lo cual lo detuvieron y lo llevaron al banquillo de acusados, junto a su cliente.