El 11 de febrero de 2019, Hakeem Ali al Araibi salió en libertad del centro de presos preventivos de Bangkok tras retirar las autoridades de Bahréin su petición de extradición. Ese mismo día embarcó en un vuelo en dirección a Australia. Hakeem había sido detenido por las autoridades tailandesas a su llegada al aeropuerto internacional de Bangkok, el 27 de noviembre de 2018, por una notificación roja de la Interpol en la que se solicitaba su extradición a Bahréin, donde se suponía que debería cumplir una condena injusta de 10 años y habría corrido peligro de tortura y otros malos tratos bajo custodia. A su llegada a Australia, Hakeem agradeció a las organizaciones de derechos humanos que hubieran actuado en su favor.
