El 30 de noviembre, cientos de campesinos planean llegar desde sus comunidades hasta Managua, la capital del país, para manifestarse pacíficamente contra la construcción del Gran Canal Interoceánico y los posibles efectos negativos de este proyecto en sus derechos y comunidades.
Amnistía Internacional hace un llamado al Estado nicaragüense para que garantice los derechos de todas las personas a la libertad de expresión y de manifestación pacífica. Asimismo, la organización urge al Estado asegurar que la integridad física de todos los manifestantes sea respetada.