Rusia: La decisión de retirarse del Estatuto de Roma, un golpe a la justicia internacional

La declaración del presidente Vladimir Putin de que Rusia no tiene intención de convertirse en parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI), un instrumento que firmó en el año 2000 pero no ha ratificado, constituye un fortísimo golpe a la justicia internacional. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso ha manifestado en una declaración que la CPI no es un “órgano judicial realmente independiente y autorizado” y que no ha cumplido sus promesas.

Resulta difícil no ver este anuncio como un intento de Rusia de socavar el progreso hacia la justicia internacional.

Sergei Nikitin, director de Amnistía Internacional Rusia

“Resulta difícil no ver este anuncio como un intento de Rusia de socavar el progreso hacia la justicia internacional. Esta decisión al parecer se tomó a una velocidad de vértigo, tan sólo unas horas después de que la Fiscalía de la CPI anunciara que la situación en el territorio de Crimea y Sebastopol podía constituir un conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania”, ha manifestado Sergei Nikitin, director de Amnistía Internacional Rusia.

“Rusia nunca mostró una intención real de ratificar el Estatuto de Roma, y este anuncio parece, ni más ni menos, una muestra de desprecio hacia los objetivos de la CPI –poner fin a la impunidad por el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad–, y constituye una afrenta a todas las víctimas de estos atroces crímenes.”

Amnistía Internacional ha condenado sistemáticamente los reiterados esfuerzos de Rusia por bloquear la remisión de la situación de Siria a la Fiscalía de la CPI y al Consejo de Seguridad de la ONU, y la organización ha documentado además posibles crímenes de guerra cometidos por fuerzas rusas durante el conflicto en Siria.

“En la práctica, apenas cambiará nada, puesto que Rusia no había ratificado el Estatuto de Roma; sin embargo, la decisión es una alarmante señal de la falta de voluntad de Rusia de cooperar con los sistemas de justicia internacional”, ha manifestado Sergei Nikitin.

“La aseveración de Rusia de que la CPI ‘no ha estado a la altura de las esperanzas de la comunidad internacional’ es absolutamente cínica, ya que es la amenaza de un veto ruso en el Consejo de Seguridad de la ONU lo que ha bloqueado en reiteradas ocasiones que se remitieran casos a la Fiscalía de la CPI, incluido el de Siria. La CPI dista de ser perfecta, pero esta declaración parece un intento más bien falso por parte de Rusia de eludir la responsabilidad por algunos de sus propios fallos.”