El gobierno chino debe derogar una nueva ley dirigida a asfixiar aún más a la sociedad civil. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
La ley constituye una amenaza muy real para la labor legítima de las ONG independientes, y debe ser derogada de inmediato.
William Nee, investigador de Amnistía Internacional sobre China
La Asamblea Nacional Popular china aprobó el 28 de abril una ley que contiene defectos fundamentales y que rige las ONG extranjeras y sus organizaciones asociadas nacionales. Esta nueva ley tendrá graves consecuencias para la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación, ya de por sí seriamente limitada en virtud de las leyes y políticas existentes.
“Las autoridades –en especial, la policía– gozarán de poderes prácticamente ilimitados para emprender acciones contra ONG, restringir sus actividades y, en última instancia, sofocar a la sociedad civil”, ha manifestado William Nee, investigador de Amnistía Internacional sobre China.
“La ley constituye una amenaza muy real para la labor legítima de las ONG independientes, y debe ser derogada de inmediato.”
Esta ley es la más reciente de una abundante legislación dirigida a aumentar el poder del gobierno bajo la excusa de la seguridad nacional, y a expensas de los derechos humanos. Una amplia Ley de Seguridad Nacional, aprobada en julio de 2015, define la “seguridad nacional” en términos tan amplios y vagos que, básicamente, otorga carta blanca a las autoridades.
En diciembre del año pasado se aprobó una Ley Antiterrorista que no contiene prácticamente ninguna salvaguardia para evitar que quienes practican pacíficamente su religión o simplemente critican las políticas gubernamentales sean procesados por amplios cargos relativos al “terrorismo” o el “extremismo”.
Es posible que este mismo año las autoridades aprueben también una Ley de Ciberseguridad. El borrador público más reciente contenía también términos vagos e imprecisos relativos a la seguridad nacional y al “mantenimiento del orden social” que podrían utilizarse para restringir aún más la libertad de expresión.
En un escrito remitido en junio de 2015 a la Comisión de Asuntos Legislativos de la Comisión Permanente de la Asamblea Nacional Popular china, Amnistía Internacional puso de relieve las principales deficiencias de del proyecto de Ley de Gestión de Organizaciones No Gubernamentales Extranjeras, que supondrían una mayor represión de la sociedad civil y son contrarias a las obligaciones internacionales contraídas por China en materia de derechos humanos.