Tribunal de Arabia Saudí rechaza condena a muerte por “brujería”

Amnistía Internacional ha acogido con satisfacción la decisión adoptada esta semana por el Tribunal Supremo de Arabia Saudí de no confirmar la pena de muerte impuesta a un ciudadano libanés declarado culpable de “brujería”.El Tribunal, con en sede la capital saudí, Riad, determinó que la condena a muerte de Ali Hussain Sibat era improcedente porque no había pruebas de que sus acciones hubiesen causado daños a terceros.El Tribunal ordenó la celebración de un nuevo juicio ante el tribunal inferior de Medina que lo había juzgado en un principio, para que examinase la posibilidad de conmutar la condena a muerte y de expulsarlo a Líbano una vez cumplida la pena.”La decisión del Tribunal Supremo es un paso positivo y puede suponer la retirada de la condena a muerte de Ali Hussain Sibat”, afirmó Malcolm Smart, director del Programa Regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.“Sin embargo, seguimos instando a que Ali Hussain Sibat sea liberado de inmediato, pues ha sido condenado únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión.”Los cargos de “brujería” contra Ali Hussain Sibat están relacionados con su antiguo trabajo de presentador de televisión del canal libanés por satélite Sheherazade, donde daba consejos y hacía predicciones sobre el futuro.Fue condenado a muerte por un tribunal de Medina el 9 de noviembre de 2009, después de ser detenido por la policía religiosa (mutawa’een) en mayo de 2008 cuando se encontraba en Arabia Saudí haciendo la peregrinación musulmana conocida como umra.Durante el juicio, no contó con representación ni asistencia letrada.En enero de 2010, el Tribunal de Apelación de La Meca admitió un recurso contra su condena a muerte por considerar que todas las denuncias formuladas contra Hussain Sibat tenían que verificarse y que, si realmente había cometido el delito, debía pedírsele que se arrepintiera.A pesar de ello, el 10 de marzo un tribunal de Medina confirmó la condena a muerte al afirmar los jueces que Ali Hussain Sibat merecía morir porque había practicado la “brujería” en público durante varios años ante millones de espectadores y sus actos lo convertían en un “infiel”.El Tribunal de Apelación de La Meca confirmó también la condena a muerte en abril de 2010 y remitió la causa al Tribunal Supremo para que ratificara la pena.El abogado de Ali Hussain Sibat en Líbano cree que éste fue detenido porque miembros de la policía religiosa lo reconocieron por su programa de televisión.Tras su detención, los interrogadores le dijeron que explicara por escrito lo que hacía para ganarse la vida, induciéndole a creer que, si cumplía lo que le pedían, le permitirían irse a casa al cabo de unas semanas.Ese documento se presentó como su “confesión” en el juicio y el tribunal lo usó para declararlo culpable.En septiembre, Amnistía Internacional instó al rey Abdulá de Arabia Saudí a que conmutase las condenas a muerte de Ali Hussain Sibat y de Abdul Hamid al Fakki, ciudadano sudanés condenado por brujería.Abdul Hamid al Fakki fue condenado a muerte por el Tribunal General de Medina en marzo de 2007. No contó con asistencia letrada y apenas se sabe nada sobre su juicio, ya que se celebró en secreto. Se cree que todavía corre el riesgo de ser ejecutado.Otro hombre a quien un tribunal de Hail condenó a muerte por “apostasía” en julio de 2009 por motivos relacionados con “brujería” podría seguir en peligro de ejecución.El delito de “brujería” no está definido en la legislación saudí y se ha utilizado para castigar el ejercicio legítimo de los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión, creencia y expresión.La tipificación de la apostasía como delito es incompatible con el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, recogido en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.La última ejecución por “brujería” de la que se tuvo noticia en Arabia Saudí fue la del ciudadano egipcio Mustafa Ibrahim el 2 de noviembre de 2007.Había sido declarado culpable de “hechicería” y “brujería” por hacer presuntamente encantamientos para intentar separar a una pareja casada.Desde principios de 2010, al menos 22 personas han sido ejecutadas en Arabia Saudí tras haber sido declaradas culpables de otros delitos.En 2009 se tuvo constancia de la ejecución de 69 personas, casi 20 de las cuales eran extranjeras. En 2008 fueron ejecutadas al menos 102 personas, y en 2007, un mínimo de 158.