Miles de activistas digitales de todo el mundo van a participar en un innovador proyecto de recopilación de datos por crowdsourcing que Amnistía Internacional ha iniciado hoy y que se sirve de imágenes de satélite para ayudar a rastrear cómo los bombardeos de la coalición militar dirigida por Estados Unidos destruyeron casi el 80% de la ciudad siria de Raqqa.
“Rastreador de Ataques” es la próxima fase de una detallada investigación, iniciada por Amnistía Internacional en asociación con Airwars, sobre el terrible número de víctimas civiles causadas durante cuatro meses de bombardeos estadounidenses, británicos y franceses, efectuados para expulsar de Raqqa al grupo armado autodenominado Estado Islámico.
En las investigaciones sobre el terreno y los análisis llevados a cabo por Amnistía Internacional desde que terminó la batalla en octubre de 2017 se encontraron convincentes indicios de violaciones del derecho internacional humanitario (las leyes de la guerra) cometidas aparentemente por la coalición dirigida por Estados Unidos. Esos datos llevaron a la coalición a revisar sus estadísticas de bajas mortales civiles y elevar la cifra de 23 a más 100, lo que representa un aumento del 300%.
“Basándonos en meticulosas investigaciones sobre el terreno, centenares de entrevistas realizas en medio de los escombros de Raqqa y análisis geoespaciales y militares de expertos, hemos podido presionar a la coalición dirigida por Estados Unidos para que admita casi todos los casos de muerte de civiles documentados hasta ahora. Pero, más de un año después, cuando se recuperan aún cadáveres de debajo de los escombros y de fosas comunes, esto es sólo la punta del iceberg”, ha señalado Milena Marin, asesora general para Investigación Táctica del equipo de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional.
Con miles de ‘rastreadores y rastreadoras de ataques’ examinando el caso para ayudarnos a especificar con exactitud cuándo y dónde los ataques aéreos y de artillería de la Coalición destruyeron edificios, podemos aumentar considerablemente nuestra capacidad de delinear la destrucción apocalíptica de Raqqa.
Milena Marin, asesora general para Investigación Táctica del equipo de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional
“Quedan un montón datos por examinar, y, sencillamente, la magnitud de la destrucción civil es demasiado grande para que lo hagamos nosotros solos. Con miles de ‘rastreadores y rastreadoras de ataques’ examinando el caso para ayudarnos a especificar con exactitud cuándo y dónde los ataques aéreos y de artillería de la Coalición destruyeron edificios, podemos aumentar considerablemente nuestra capacidad de delinear la destrucción apocalíptica de Raqqa.”
Cómo funciona
“Rastreador de Ataques” permitirá a cualquier persona que tenga un teléfono móvil o un ordenador portátil colaborar en la investigación esencial del Amnistía Internacional sobre el cuadro de devastación civil –incluidas las posibles violaciones de las leyes de la guerra– que la Coalición no ha podido o no ha estado dispuesta a reconocer hasta ahora.
Los datos de la ONU muestran que en 2017 se destruyeron o sufrieron daños en el curso de la batalla más de 10.000 edificios de Raqqa, “Rastreador de Ataques” ayudará a delinear la cronología de la destrucción de cada uno de ellos desde meses a semanas, o incluso días. Las personas que participen voluntariamente en el proyecto rastrearán un edificio durante todo un periodo de imágenes de satélite tomadas durante la batalla, buscando cambios y señalando las fechas de antes y después de su destrucción.
Se espera que en todas partes participen en este proyecto de meses de duración entre 3.000 y 5.000 activistas digitales. El objetivo es que, para garantizar la calidad de los datos, cada edificio destruido sea analizado múltiples veces y por múltiples rastreadores y rastreadoras.
¿Cuál es el siguiente paso?
El resultado del proyecto “Rastreador de Ataques” contribuirá a los esfuerzos realizados más en general por Amnistía Internacional para:
- sensibilizar sobre los devastadores efectos en la población civil atrapada en Raqqa durante la batalla;
- modificar la postura de la coalición dirigida por Estados Unidos sobre las víctimas civiles para que pase de la negación constante a la aceptación de mayor responsabilidad y la realización de investigaciones significativas, y
- ayudar y empoderar a las familias de las víctimas y a las personas supervivientes para pedir justicia y reparación.
En una carta a Amnistía Internacional de septiembre de 2018, el Departamento de Defensa estadounidense —cuyas fuerzas efectuaron la mayoría de los ataques aéreos y todos los ataques de artillería contra Raqqa— dejó claro que no acepta responsabilidad alguna sobre las víctimas civiles que causó. La Coalición no tiene previsto indemnizar a supervivientes y familiares de las personas que murieron en Raqqa y se niega a proporcionar más información sobre las circunstancias de los ataques.
“Las negaciones descaradas y el encogimiento de hombros de la coalición son inadmisibles; su ofensiva militar mató y mutiló a centenares de civiles y dejó luego que fueran las personas supervivientes las que reunieran los pedazos”, ha añadido Milena Marin.
Las negaciones descaradas y el encogimiento de hombros de la coalición son inadmisibles; su ofensiva militar mató y mutiló a centenares de civiles y dejó luego que fueran las personas supervivientes las que reunieran los pedazos.
Milena Marin
“Los datos que recopilemos con el ‘Rastreador de Ataques’ nos permitirán hacer un nuevo avance en la determinación del impresionante número de víctimas civiles y desarrollar la obligación y el imperativo moral de la coalición de asumir plenamente la responsabilidad de sus acciones. Debe reconocer e investigar debidamente estos casos de una vez por todas y preparar así el terreno para garantizar justicia y reparación.
Amnistía Internacional y Airwars publicarán los resultados del “Rastreador de Ataques” en el marco de una plataforma digital interactiva a principios de 2019.
Información complementaria sobre “Descodificadores”
“Rastreador de Ataques” es el último de una serie de proyectos de recopilación de datos por crowdsourcing de Amnistía Internacional, llamada “Descodificadores”. Desde que inició “Descodificadores” en junio de 2016, Amnistía Internacional ha llevado a cabo cuatro proyectos, en los que se ha movilizado a más de 50.000 activistas digitales de 150 países. Las personas que participaron voluntariamente en los proyectos analizaron inmensos volúmenes de datos, procesando más de 1,5 millones de tareas Ayudaron a los equipos de investigación de Amnistía a analizar el éxito de las campañas de acción urgente, detectar pueblos destruidos en el remoto Darfur, hacer rendir cuentas las empresas petroleras por los millares de vertidos de petróleo de Nigeria y analizar tuits para detectar abusos y amenazas online contra mujeres.