En reacción a la promesa inicial formulada durante la primera jornada de la COP28 de aportar en torno a 420 millones de dólares estadounidenses para financiar el fondo para pérdidas y daños, cuyo objetivo es ayudar a las comunidades de los países en desarrollo que sufren fenómenos meteorológicos catastróficos y otros daños causados por el calentamiento global, la asesora de política sobre cambio climático de Amnistía Internacional Ann Harrison ha manifestado:
“Aunque el acuerdo sobre la puesta en funcionamiento del fondo para pérdidas y daños es un paso positivo dado tras años de negociaciones para abordar los enormes daños a los derechos humanos que ya han sufrido personas y comunidades de todo el mundo como consecuencia del calentamiento global, la financiación prometida hoy por unos pocos países está muy por debajo de la que realmente se necesita”.
“La cantidad prometida inicialmente apenas alcanza para hacer operativo el fondo, y poco más. Se necesitan miles de millones de dólares para marcar una diferencia sustancial en las comunidades que necesitan desesperadamente ayuda para reconstruir sus hogares tras las tormentas, o para apoyar a los campesinos y campesinas que pierden sus cosechas, o a las personas desplazadas de manera permanente por la crisis climática.”
“Teniendo en cuenta los enormes y excesivos beneficios que las empresas de combustibles fósiles han acumulado el año pasado mientras siguen destrozando el clima, y que algunos de los Estados donantes actuales son los responsables de una gran parte de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero, la suma inicial es decepcionantemente pequeña. Es ínfima, al lado de los 7 billones de dólares en subvenciones que muchos Estados, incluidos algunos de estos donantes, conceden anualmente para apoyar al sector de los combustibles fósiles.”
La cantidad prometida inicialmente apenas alcanza para hacer operativo el fondo, y poco más.
Ann Harrison, asesora de política sobre cambio climático de Amnistía Internacional
“Instamos a los Estados, especialmente a los países desarrollados y a otros, incluidas las naciones de altos ingresos productoras de combustibles fósiles, a que asuman compromisos nuevos y adicionales con el fondo con cuantías que reflejen la naturaleza global de la crisis climática y la amenaza que representa para miles de millones de personas.”
“La ausencia de toda mención a los derechos humanos en la gestión del fondo es también muy preocupante, especialmente porque es probable que sea gestionado inicialmente por el Banco Mundial, que tiene, en el mejor de los casos, un historial desigual en la aplicación de salvaguardias de derechos humanos en sus operaciones.”
“Amnistía Internacional insta al Banco Mundial a que se comprometa a hacer el fondo lo más accesible posible y a que conceda subvenciones en lugar de préstamos para evitar un mayor endeudamiento de los países en desarrollo.”
Información complementaria
En la COP27 del año pasado se alcanzó un acuerdo para crear el fondo para pérdidas y daños, pero los desacuerdos sobre cómo financiarlo y gestionarlo se han prolongado durante la mayor parte de 2023. Las primeras aportaciones las ha prometido hoy la UE, que ha acordado aportar 245 millones de dólares, 109 de los cuales proceden de Alemania. Por su parte, Emiratos Árabes Unidos se ha comprometido a aportar otros 100 millones; el Reino Unido, 51 millones; Estados Unidos, 17,5 millones; y Japón, 10 millones. La COP28 se celebra en Dubái entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre y cuenta con la asistencia de una delegación de Amnistía Internacional.