La incorporación del presidente de Egipto a la presidencia de la Unión Africana no debe desvirtuar el compromiso de esta organización con los derechos humanos

Los Estados miembros de la Unión Africana deben garantizar que la asunción de la presidencia por Egipto no socava los mecanismos de derechos humanos de esta organización continental, ha dicho hoy Amnistía Internacional. El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, asumirá la presidencia de la Unión Africana el 10 de febrero durante la 32 Cumbre Ordinaria de la organización, que se celebra en Adís Abeba (Etiopía).

“Durante su mandato en Egipto, el presidente Abdel Fatah al Sisi ha demostrado un estremecedor desprecio por los derechos humanos. Bajo su liderazgo se ha producido en el país un catastrófico deterioro de los derechos y las libertades”, ha dicho Najia Bounaim, directora de Campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África.

“Hay un temor real sobre el posible impacto que su presidencia podría tener sobre la independencia de los mecanismos regionales de derechos humanos y su futura vinculación con la sociedad civil.”

Durante su mandato en Egipto, el presidente Abdel Fatah al Sisi ha demostrado un estremecedor desprecio por los derechos humanos.

Najia Bounaim, directora de campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África

Desde 2015, Egipto ha orquestado un ataque despiadado y sostenido contra la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (CADHP), el mecanismo para la vigilancia de la situación de los derechos humanos en los Estados africanos. La CADHP ha recibido decenas de denuncias contra Egipto por graves violaciones de los derechos humanos.

Las autoridades egipcias han perpetrado homicidios en masa de manifestantes y numerosas desapariciones forzadas, y han condenado a muerte a cientos de personas tras juicios sin garantías. Además, han organizado la peor represión de la libertad de expresión de la historia reciente del país.

Actualmente el parlamento egipcio está estudiando varias enmiendas Constitucionales que ampliarían el alcance de los juicios militares, socavarían la independencia judicial y permitirían a Abdel Fatah al Sisi permanecer en la presidencia hasta 2034.

“Los Estados miembros de la Unión Africana deben garantizar que Egipto, como cabeza política de la organización durante 2019, defiende y mantiene los valores y principios de la Unión Africana, incluido el respeto de los derechos humanos y de los pueblos”, ha afirmado Najia Bounaim.

Amnistía Internacional también ha pedido a Egipto que ratifique tratados fundamentales de derechos humanos de la Unión Africana, como el Protocolo a la Carta Africana relativo a los Derechos de la Mujer en África (Protocolo de Maputo), el Protocolo sobre el Establecimiento de una Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la Carta Africana sobre Democracia, Elecciones y Gobernanza.