Ante el anuncio realizado hoy por el recién nombrado inspector general de la Policía de Nigeria, quien ordenó la desarticulación de la Unidad Federal Especial Antirrobos (FSARS) y otras unidades especiales, Osai Ojigho, directora de Amnistía Internacional Nigeria, ha manifestado:
“La desarticulación de la tristemente célebre Unidad Federal Especial Antirrobos (FSARS) supone el reconocimiento de la indignación expresada durante años por la población nigeriana ante las violaciones de derechos humanos cometidas sistemáticamente por sus miembros. Pero no basta con desarticular la unidad; la medida debe ir seguida de reformas concretas que terminen definitivamente con los graves abusos cometidos por la policía.”
Deben acometerse amplias reformas para que la población nigeriana pueda confiar en que la policía hará cumplir la ley con arreglo a la legislación nigeriana y las normas internacionales. El ambiente tóxico de miedo y corrupción generado por la policía debe terminar.
Osai Ojigho, directora de Amnistía Internacional Nigeria
“Debe hacerse mucho más para acabar con el uso innecesario y excesivo de la fuerza, los homicidios extrajudiciales, la tortura, la detención arbitraria y la extorsión. Deben acometerse amplias reformas para que la población nigeriana pueda confiar en que la policía hará cumplir la ley con arreglo a la legislación nigeriana y las normas internacionales. El ambiente tóxico de miedo y corrupción generado por la policía debe terminar.”
“Intentos anteriores de poner fin al uso de la tortura por la policía nigeriana resultaron infructuosos. Para acabar definitivamente con estas atrocidades es preciso investigarlas y llevar a los perpetradores ante la justicia. Existen pruebas contundentes sobre delitos y violaciones de derechos humanos cometidos por la FSARS, como las contenidas en los informes de Amnistía Internacional, que pueden ayudar a investigar eficazmente los crímenes cometidos por la Unidad.”
Enlace al informe anterior sobre la FSARS: