A Kem Sokha, presidente del principal partido de oposición, que fue disuelto, se le ha denegado la libertad con fianza al rechazarse su recurso de apelación el 1 de febrero, a pesar del grave deterioro que presenta su estado de salud. Recluido en régimen de aislamiento en espera de juicio desde su detención, el 3 de septiembre de 2017, puede ser condenado a hasta 30 años de cárcel si es declarado culpable de unas acusaciones de traición que tienen motivación política.