Dos años y medio después del inicio de la crisis de Malí, en enero de 2012, en la que intervino el ejército francés un año después, la situación de seguridad y de derechos humanos sigue siendo inestable. El país continúa en situación de conflicto armado no internacional, con algunas zonas del norte en poder de grupos armados de oposición, entre ellos los tuaregs.