La decisión tomada hoy por un tribunal federal de liberar a Sergio Sánchez Arellano, quién fue detenido de manera arbitraria en el año 2010 y ha permanecido privado de su libertad en un penal de la Ciudad de México durante más de 7 años, supone un triunfo para la justicia y la defensa de los derechos humanos; así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
“La historia de Sergio Sánchez Arellano ilustra de manera trágica los riesgos que tienen todas las personas de ser detenidas arbitrariamente en México. Las detenciones arbitrarias por la policía son cotidianas en el país y generan espacios de impunidad en que pueden ocurrir más violaciones a los derechos humanos, como la tortura, la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial”, expresó Erika Guevara Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
La historia de Sergio Sánchez Arellano ilustra de manera trágica los riesgos que tienen todas las personas de ser detenidas arbitrariamente en México. Las detenciones arbitrarias por la policía son cotidianas en el país y generan espacios de impunidad en que pueden ocurrir más violaciones a los derechos humanos, como la tortura, la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial
Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional
“Sergio Sánchez pasó cerca de ocho años en prisión. Su liberación es sin duda un paso hacia la justicia pero aún queda mucho por exigir para garantizar la reparación del daño causado en este caso y para asegurar que casos así no se repitan”.
Amnistía Internacional documentó el caso de Sergio Sánchez Arellano en su informe de 2017 Falsas sospechas: detenciones arbitrarias por la policía en México. Sergio, un vendedor de dulces del Estado de México, fue detenido arbitrariamente en marzo de 2010 por la policía de investigación del Distrito Federal, en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, y acusado de homicidio y tentativa de robo.
Durante la detención, Sergio Sánchez fue incomunicado, golpeado y amenazado para que se inculpara, pero no lo hizo. Fue condenado por homicidio a 27 años y 6 meses de prisión después de un proceso judicial en que no se respetaron, al entender de la organización, sus garantías a un juicio justo.
En octubre de 2017, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que no se había respetado su presunción de inocencia, entre otras fallas graves en el proceso, por lo que reenvió el caso al Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito para que dictara una nueva sentencia de amparo, respetando los derechos de Sergio Sánchez. El Tribunal Colegiado ordenó hoy la liberación de Sergio Sánchez.