China: Las severas condenas impuestas a Guo Feixiong y otros dos activistas son una muestra más de represión política

La condena de seis años de prisión impuesta al destacado activista chino de los derechos humanos Guo Feixiong por su labor pacífica de promoción de los derechos humanos y de reformas políticas es una clara muestra de represión política, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, a la vez que ha pedido que él y otros dos activistas sean puestos en libertad de inmediato y sin condiciones.

Es un día aciago, en el que quienes propugnan la libertad de prensa y la democracia son sometidos a tortura y otros malos tratos y condenados a largas penas de prisión en farsas de juicio.

Roseann Rife, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre el este de Asia.

Yang Maodong, escritor y defensor de los derechos humanos de 48 años, conocido más bien por el seudónimo de Guo Feixiong, ha sido declarado culpable por un tribunal de Cantón, en el sur de China, de “reunir a una multitud para alterar el orden en un lugar público” y “provocar peleas y problemas”.

Liu Yuandong, de 37 años, y Sun Desheng, de 32, también activistas, han sido condenados a tres y dos años y medio de prisión, respectivamente, tras ser declarados culpables de “reunir a una multitud para alterar el orden en un lugar público”.

“Es un día aciago, en el que quienes propugnan la libertad de prensa y la democracia son sometidos a tortura y otros malos tratos y condenados a largas penas de prisión en farsas de juicio”, ha señalado Roseann Rife, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre el este de Asia.

“Estos tres activistas no hacían más que ejercer sus derechos humanos y hacer llamamientos legítimos para que se dé más voz a la ciudadanía china en el futuro de su país. La terrible respuesta de las autoridades es una vez más que quienquiera que se oponga al gobierno será castigado severamente.”

Los tres activistas participaron en una protesta contra la censura de los medios de comunicación convocada en enero de 2013, tras la indignación suscitada por las autoridades del Partido Comunista al modificar un editorial de primer plana del periódico “Southern Weekly” en el que se pedían más derechos civiles y políticos y observancia de la Constitución china.

Guo Feixiong está privado de libertad desde el 8 de agosto de 2013. Fue juzgado junto con Sun Desheng hace un año, el 22 y el 23 de noviembre de 2014. El juicio de Liu Yuandong terminó en enero de 2014, y estuvo a la espera de la sentencia 22 meses. Los tres fueron sometidos a tortura y otros malos tratos durante su prolongada detención.

Guo Feixiong había dirigido una campaña emprendida para pedir a las autoridades chinas que respetaran los derechos civiles y políticos e instado al gobierno a ratificar de una vez el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Este tratado internacional protege, entre otros, el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica. China lo firmó en octubre de 1998, hace más de 16 años, pero aún no lo ha ratificado, pese a sus reiteradas promesas de hacerlo.

Juicios injustos

Los juicios de los tres activistas se caracterizaron por las graves y reiteradas irregularidades de procedimiento, incluidas restricciones arbitrarias del derecho de defensa. En el juicio, hace un año, de Guo Feixiong y Sun Desheng se tomó la inusual decisión de celebrarlo ininterrumpidamente a lo largo de 18 horas, sin que  los abogados defensores pudieran tomarse ningún descanso.

Las autoridades detuvieron a testigos de descargo clave o los obligaron a salir de Cantón antes del juicio para impedirles prestar testimonio. El juez interrumpió reiteradamente a los abogados de Guo y no les dio oportunidad de hacer una defensa completa. El tribunal privó también ilícitamente a Guo de su derecho a hacer una declaración final. “Las autoridades han dado muestra una vez más de despreció por los derechos por los que Guo Feixiong ha hecho valientemente campaña”, ha añadido Roseann Rife.

“El encarcelamiento de Guo muestra que cuando las autoridades quieren silenciar a los activistas, todas las leyes y reglamentos chinos y todas las declaraciones del gobierno ante la ONU sobre garantizar los derechos humanos son papel mojado.”

Torturados bajo custodia

Según sus abogados, a Guo y Liu no se les permitió salir al exterior durante más de 800 días de reclusión, lo que constituye una violación de las normas internacionales sobre el trato debido a las personas presas, así como del propio reglamento de los centros de detención chinos. De acuerdo con su abogado, Desheng fue obligado a llevar esposas y grilletes durante largos periodos. Padece también lesiones causadas al aplastarle la cabeza contra la pared bajo custodia.

La tortura y los malos tratos en los centros de detención y los largos periodos de prisión preventiva son dos cuestiones expuestas la semana pasada en Ginebra por los expertos del Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura en un examen de la aplicación de la Convención contra la Tortura por parte de China.

Guo Feixiong había estado ya detenido anteriormente, en febrero de  2006, y fue condenado a cinco años de prisión en noviembre de 2007 tras ser declarado culpable de “actividades empresariales ilegales” a raíz de haber publicado un libro titulado “El terremoto político de Shenyang”. Fue sometido a varias formas de tortura durante su reclusión, como colgarlo del techo por los brazos y piernas a la vez que lo golpeaban y aplicarle descargas en la cara y los genitales con una porra eléctrica. Lo excarcelaron en septiembre de 2011. En septiembre de este año, Guo fue galardonado con el prestigioso Premio Frontline Defenders Award por su activismo en favor de los derechos humanos.