Las autoridades turcas llevan varios meses deportando personas refugiadas sirias a Siria en contravención del derecho nacional e internacional. Al mismo tiempo, personas refugiadas cuyos documentos de identidad turcos han caducado no pueden renovarlos, aunque la ley turca lo permita. Turquía debe suspender todas las deportaciones a Siria y permitir que las personas refugiadas renueven sus documentos de identidad.