Cientos de personas cubanas siguen encarceladas por haber participado en las protestas que se produjeron el 11 de julio de 2021 en toda la isla. El poder judicial cubano, que no es independiente del gobierno, valida sistemáticamente acusaciones por motivos políticos sin celebrar juicios con las debidas garantías. Entre quienes han sido condenados injustamente se hallan las personas activistas negras y líderes de la religión yoruba Loreto Hernández García y Donaida Pérez Paseiro, presas de conciencia, recluidas únicamente por sus convicciones políticas, que deben ser puestas en libertad de manera inmediata e incondicional.