Isabel (nombre ficticio), profesional del sexo de la ciudad de Niterói, fue agredida y amenazada tras haber denunciado públicamente la violación y extorsión a que la policía sometió a profesionales del sexo durante unos desalojos y redadas ilegales el 23 de mayo. Unas 300 profesionales del sexo se encuentran ahora sin hogar, y la seguridad de Isabel y su familia corre peligro.