La crisis climática es una crisis de derechos humanos que se agrava día tras día, pero aún es posible evitar sus peores consecuencias. Es necesario tomar medidas rápidas y continuadas en el tiempo para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, objetivo que probablemente se incumplirá en 2027 si no se corrige el rumbo, considerando además que el margen para tomar esas medidas se está reduciendo a gran velocidad. Los gobiernos no están tomando las medidas adecuadas para proteger a la humanidad y los derechos humanos.