Cada año, en torno al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, cientos de miles de personas de todo el mundo envían un mensaje a alguien a quien nunca han visto. Es una técnica clásica de Amnistía Internacional: 52 años de trabajo en defensa de los derechos humanos muestran que las palabras sí tienen poder para cambiar las vidas.

