INTRODUCCIÓN
En el mundo hay aproximadamente 2.300 millones de niños y niñas. Son casi un tercio de la población humana total. Por ley, se considera niños/as a las personas que no han alcanzado la mayoría de edad en su país, que habitualmente está fijada en los 18 años. Independientemente de su edad, todos los niños y niñas tienen derechos humanos, al igual que la población adulta. Entre ellos el derecho a alzar la voz y expresar opiniones, así como los derechos a la igualdad, la salud, la educación, un medioambiente limpio, un lugar seguro donde vivir y protección frente a cualquier daño. Los derechos de la infancia están consagrados en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño de 1989, el tratado de derechos humanos más ratificado del mundo. Sólo uno de los 197 Estados miembros de la ONU no ha ratificado la Convención: Estados Unidos.
La Convención sobre los Derechos del Niño tiene por objeto proteger a los niños y niñas frente al daño, posibilitar su crecimiento y desarrollo y facilitar su participación en la sociedad. El artículo 42 de la Convención establece el compromiso de educar a los niños y las niñas y a las personas adultas sobre los derechos de la infancia, lo cual raramente ocurre. El desconocimiento de los derechos hace que niños y niñas corran un mayor riesgo de sufrir abusos, discriminación y explotación.
Por eso es por lo que Amnistía Internacional crea una serie de libros sobre derechos humanos. Know Your Rights and Claim Them es una guía para adolescentes coescrita con Angelina Jolie y Geraldine Van Bueren QC. En la misma línea, These Rights Are Your Rights es una guía de empoderamiento para niños y niñas a partir de 8 años que incluye ilustraciones de cómic, datos divertidos e historias inspiradoras. Este es también el motivo por el que Amnistía Internacional ha creado un curso online sobre educación en materia de derechos de la infancia.
Hay
menores en el mundo.
¿Cuál es el problema?
Los derechos de los niños y niñas se vulneran a diario en todo el mundo. Los niños, niñas y jóvenes están especialmente expuestos a las violaciones de derechos humanos porque dependen de las personas adultas, lo que a veces incrementa el riesgo. Los niños y niñas constituyen posiblemente el grupo que corre el mayor riesgo de sufrir pobreza, desnutrición y abusos, y las crisis de derechos humanos suelen afectarles de manera desproporcionada.
¿CÓMO SE VULNERAN LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS?
Desgraciadamente, todos los derechos de los niños y niñas son vulnerados de forma habitual desde el momento en que nacen. Por ejemplo, se calcula que 290 millones de niños y niñas de todo el mundo no han sido registrados al nacer, por lo que carecen de identidad jurídica o prueba de existencia. Por este motivo, les será casi imposible reclamar sus derechos a lo largo de la vida, lo que supone que quizá no puedan ir a la escuela, recibir atención médica o conseguir un trabajo cuando se hagan mayores. En los países de bajos ingresos, las niñas sólo tienen un 50% de posibilidades de obtener una identidad jurídica y acceder a derechos y servicios.
En todo el mundo, más de 61 millones de niños y niñas no asisten a la escuela primaria. Unos 150 millones de niñas y 73 millones de niños son víctimas de agresión sexual cada año. En algunos países hay niñas de tan sólo nueve años que son obligadas a contraer matrimonio, y niños y niñas de tan solo seis que son juzgados como personas adultas en juzgados penales. Al menos 330.000 niños y niñas son detenidos como inmigrantes en 80 países cada año, simplemente por ser personas migrantes o refugiadas. Muchos son separados a la fuerza de sus padres y madres y de sus familias.
En 2019, uno de cada seis niños y niñas vivía en la pobreza extrema, situación que aumenta el riesgo de que sean sometidos a violencia de género en el ámbito familiar, trabajo infantil, explotación sexual, embarazo adolescente y matrimonio prematuro. Esta cifra se elevó significativamente durante la pandemia de COVID-19.
En 2020, casi 820 millones de niños y niñas carecían de acceso a instalaciones básicas para lavarse las manos en la escuela, lo que vulnera su derecho a la salud e incrementa el riesgo de contraer y propagar infecciones.
¿Y QUÉ PASA CON EL DERECHO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS A TENER VOZ?
Uno de los principios generales de la Convención sobre los Derechos del Niño es que los niños y niñas tienen derecho a participar —y a ser escuchados— en todas las decisiones que les afecten. Los derechos de participación están ligados al grado de madurez de los niños y las niñas y se aplican con arreglo a él, con el fin de apoyar su desarrollo, pero ayudarles al mismo tiempo a tomar decisiones mejor informadas. Fortalece la sociedad.
Al igual que las personas adultas, los niños y niñas tienen derecho a expresar sus opiniones y a protestar de forma pacífica. En la actualidad, niños, niñas y jóvenes de todo el mundo ejercen este derecho. Están alzando la voz para exigir justicia climática e igualdad racial, entre otras cosas. A pesar de ello, con frecuencia se pasan por alto o se desestiman sus perspectivas.
CASOS
JANNA JIHAD, PALESTINA
Janna Jihad creció en el poblado palestino de Nabi Salih, situado al norte de la ciudad de Ramala, en Cisjordania, y parte del territorio palestino ocupado por el ejército israelí desde 1967.
Janna, y los niños y niñas palestinos como ella, sufren a diario la negación de sus derechos y la discriminación. El ejército israelí detiene regularmente a menores del pueblo de Janna, normalmente en registros practicados en sus casas en plena noche, cuando las familias duermen. Los niños y niñas tienen dificultades para acceder a sus derechos a la educación y libertad de circulación a causa de las barreras y controles de seguridad que retrasan cualquier desplazamiento. Tardan horas en llegar a la escuela en lugar de unos minutos. La población encuentra muchos obstáculos para ir a trabajar y ganarse la vida para mantener a sus familias. Cuando alguien enferma, acceder al hospital puede ser casi imposible.
En 2009, cuando Janna tenía tres años, su comunidad decidió ejercer su derecho a la protesta pacífica y empezó a manifestarse semanalmente, pero fue reprimida con violencia. Cuando tenía siete, el ejército israelí mató a su tío y a un amigo. Janna usó el teléfono de su madre para grabar lo que estaba sucediendo y revelar la verdad. Cuando era una adolescente, sus vídeos en directo eran vistos por cientos de miles de personas en todo el mundo. En 2018, Janna se convirtió en la periodista con acreditación de prensa más joven del mundo, a la edad de 12 años. Sin embargo, ha recibido muchas amenazas por su trabajo.
Me lancé a hacer periodismo a la edad de siete años porque quería que todo el mundo supiera lo que está pasando aquí, y que vivimos presas del miedo y la incertidumbre. Quiero tener una vida normal, una infancia normal. Quiero una vida normal, una infancia normal.
Janna Jihad
KHAIRIYAH RAHMANYAH, TAILANDIA
Khairiyah Rahmanyah nació en el seno de una familia de pescadores en el sur de Tailandia. El mar cerca de su hogar es una rica fuente de pescado y marisco y un hábitat de especies marinas en peligro, como las tortugas marinas y los escasos delfines rosados. En 2020, cuando tenía 17 años, Khairiyah lanzó una campaña contra el plan de gobierno tailandés de urbanizar la tierra en la que se encuentra su poblado, Chana, para convertirla en un área industrial. Dedicó muchas horas a formar parte de piquetes y viajó 1.000 kilómetros hasta la sede del gobierno en Bangkok para entregar al primer ministro una carta en la que se le pedía que detuviera el proyecto. En consecuencia, el gobierno decidió posponer su decisión.
Khairiyah dijo: “Estoy realmente orgullosa de representar las historias de mi comunidad. Nací en el activismo y lucho para proteger a mi comunidad desde que era pequeña. Ha sido doloroso vivir esta realidad y quiero que la vida sea diferente para la siguiente generación. Como niños y niñas, se nos debe permitir que aprendamos a conocer nuestros derechos, y es responsabilidad de las personas adultas animarnos, empoderarnos y apoyarnos.”
Como niños y niñas, se nos debe permitir que aprendamos a conocer nuestros derechos, y es responsabilidad de las personas adultas animarnos, empoderarnos y apoyarnos.
Khairiyah Rahmanyah
¿QUÉ ESTÁ HACIENDO AMNISTÍA?
EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS GLOBAL
El conocimiento es clave.
El artículo 42 de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU pide a los gobiernos que “se compromet[a]n a dar a conocer ampliamente los principios y disposiciones de la Convención por medios eficaces y apropiados, tanto a los adultos como a los niños”.
Para apoyar el artículo 42, Amnistía Internacional, Angelina Jolie y la profesora Geraldine Van Bueren QC (una de las redactoras originales de la Convención sobre los Derechos del Niño) han escrito un libro para adolescentes: Know Your Rights and Claim Them. El libro explica los derechos de los niños y niñas, muestra lo que sucede cuando se niegan, destaca el poderoso trabajo de jóvenes activistas y ofrece herramientas para que los y las lectoras jóvenes conozcan las leyes, actúen y reclamen sus derechos.
El libro se publicó por primera vez en septiembre de 2021 y está disponible en múltiples idiomas, entre ellos danés, inglés (de Reino Unido y EE. UU.), alemán, coreano, griego, italiano, rumano, turco, albanés y polaco, y se espera que traduzca a más idiomas. Tenemos la esperanza de que se publique en todos los países.
Amnistía Internacional también ha creado un libro para niños a partir de 8 años, These Rights Are Your Rights, que se presentará en inglés en Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda el 5 de septiembre de 2024, al que seguirán ediciones en otros idiomas. En un tono más ligero y con ilustraciones a lo largo de todas sus páginas, el contenido ofrece un equilibrio entre datos objetivos y chistes que gustan al público más joven, e historias inspiradoras de la vida real y consejos para protegerse y mantenerse a salvo.
Amnistía Internacional también ha creado un curso online de introducción a los derechos de la infancia, dirigido a personas jóvenes y adultas. Es gratuito, tiene una duración de 90 minutos, se puede realizar al ritmo que se desee e incluye entrevistas a activistas juveniles e ideas para actuar en favor de los derechos de la infancia.
CASOS
NIÑOS Y NIÑAS YAZIDÍES EN IRAK
El artículo 39 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño pide a los gobiernos que “[adopten] todas las medidas apropiadas para promover la recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo niño víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos armados”.
La difícil situación de los niños y niñas yazidíes iraquíes pone de manifiesto la importancia de este artículo. Entre 2014 y 2017, el grupo armado autodenominado Estado Islámico (IS) perpetró crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra la comunidad yazidí de Irak. Raptó a niños y niñas yazidíes y los esclavizó, torturó, obligo a combatir, violó y sometió a otras violaciones de derechos humanos atroces. Miles de niños y niñas fueron asesinados o secuestrados.
Aunque cientos más sobrevivieron y regresaron a sus familias en Irak, su regreso a casa no puso fin a su sufrimiento. Estos niños y niñas sobrevivientes continuaron teniendo graves problemas de salud física y mental —documentados por Amnistía Internacional en un informe publicado en julio de 2020—, pero no recibieron asistencia. Con frecuencia, los niños yazidíes, que habían sido obligados por sus captores a luchar, eran aislados por sus propias comunidades a su regreso. Las mujeres y niñas yazidíes que daban a luz a hijos e hijas nacidos como consecuencia de su esclavización por el Estado Islámico eran en muchos casos empujadas, coaccionadas o incluso engañadas para que abandonaran a sus hijos por presiones religiosas y sociales.
Como parte de sus iniciativas de trabajo de incidencia, Amnistía Internacional pidió la ampliación de un proyecto de ley sobre sobrevivientes para que incluyese a los niños y niñas como beneficiarios de algún programa de resarcimiento. El 1 de marzo de 2021, el Parlamento iraquí aprobó la Ley de mujeres yazidíes sobrevivientes, que establece un marco de las reparaciones y la asistencia a las personas sobrevivientes del cautiverio del Estado Islámico, incluidos los niños y niñas, con el objetivo de proporcionarles el apoyo al que tienen derecho.
LOS EFECTOS DEL CONFLICTO DEL NORDESTE DE NIGERIA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS
El conflicto en el nordeste de Nigeria ha tenido efectos devastadores en los niños y niñas, como documenta Amnistía Internacional en su informe We Dried Our Tears.
Boko Haram ha secuestrado a centenares de niñas y niños y los ha sometido a otras atrocidades durante su cautiverio. El grupo también ha hecho estragos en comunidades de toda la región, saqueando pueblos y atacando a la población civil y las escuelas.
En lugar de proteger a los niños y niñas que huían de las zonas controladas por Boko Haram, con frecuencia el ejército nigeriano los ha detenido de forma ilegítima durante meses o años y los ha sometido a tortura y otros malos tratos. Amnistía Internacional también ha mostrado que el gobierno no ha garantizado el acceso de los niños y las niñas desplazadas a una educación adecuada.
La Convención sobre los Derechos del Niño, de la ONU Datos clave
La Convención sobre los Derechos del Niño es el tratado de derechos humanos más ampliamente ratificado de la historia.
Quién lo ha ratificado: 196 de los 197 Estados miembros de la ONU. Quién no lo ha ratificado: Estados Unidos.
La Convención se sustenta en cuatro principios generales:
- el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo;
- la no discriminación;
- el derecho a ser escuchado/a;
- el interés superior del niño/a.
La Convención tiene tres protocolos facultativos:
- el Protocolo Facultativo relativo a la participación de niños en los conflictos armados;
- el Protocolo Facultativo relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía;
- el Protocolo Facultativo relativo a un procedimiento de comunicaciones.