Las autoridades de Mauritania continuaron restringiendo los derechos humanos. Se sometió a defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas, blogueros y blogueras, y activistas de la esfera política a intimidación, acoso, y detención y reclusión arbitrarias, con especial intensidad en torno a las elecciones presidenciales de junio. Se bloqueó el acceso a Internet. La policía hizo uso excesivo de la fuerza contra personas que se manifestaban pacíficamente. Persistían con impunidad la esclavitud y las prácticas discriminatorias.
Leer másMantiene la pena de muerte en la ley, pero no ha ejecutado durante al menos 10 años
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