Los blogueros Cheikh Ould Jiddou y Abderrahmane Weddady quedaron en libertad con fianza el 3 de junio. No obstante, aún se les imputa el delito de “acusación maliciosa”, y la policía de delitos económicos mantiene retenidos sus documentos de identidad y sus pasaportes. Su detención se produjo el 22 de marzo, poco después de publicar en Facebook unos mensajes de condena contra la corrupción.