Los blogueros Cheikh Jiddou y Abderrahmane Weddady permanecen arbitrariamente recluidos en Nuakchot desde el 22 de marzo. Fueron detenidos por publicar en Facebook mensajes de condena contra la corrupción, tras haber aparecido en la prensa una serie de artículos en los que se tachaba de corruptos a altos cargos mauritanos. Se les imputa el delito de “acusación maliciosa”. El 27 de marzo fueron trasladados a la prisión central de Nuakchot.