Cientos de miles de personas huyeron de sus hogares a causa del conflicto. Se obstaculizó o bloqueó la ayuda humanitaria. Todas las partes en el conflicto perpetraron violaciones graves del derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, incluidos homicidios indiscriminados y selectivos de civiles, reclutamiento y uso de niños y niñas, actos de violencia sexual y destrucción de bienes. Al menos 52 personas, algunas de ellas menores de edad, fueron ejecutadas extrajudicialmente. La impunidad por violaciones de derechos humanos continuó siendo la norma, y el gobierno no estableció el Tribunal Híbrido para Sudán del Sur. Las fuerzas de seguridad continuaron usando vigilancia ilegítima contra personas críticas con el gobierno —a las que en algunos casos detuvieron y recluyeron arbitrariamente— y respondieron con una oleada de represión a las demandas de quienes protestaban pacíficamente. Se impusieron condenas de muerte y se llevaron a cabo ejecuciones. El gobierno seguía sin cumplir con su obligación de respetar y proteger el derecho a la salud y a la educación.
Leer másConserva la pena de muerte en la ley