Se reprimían los derechos a la libertad de expresión, de asociación, de reunión pacífica y de circulación. Se sometió a periodistas, activistas, personas críticas con el gobierno y miembros de la oposición política a detención y reclusión arbitrarias y a tortura y otros malos tratos. Una persona crítica con el gobierno fue devuelta desde Kenia y detenida en reclusión prolongada por el Servicio de Seguridad Nacional. Las fuerzas gubernamentales y los grupos armados cometieron abusos y violaciones graves de derechos humanos, como ejecuciones extrajudiciales, homicidios ilegítimos, violencia sexual y de género relacionada con el conflicto, y reclutamiento y uso de niños y niñas. Un órgano de derechos humanos de la ONU puso de relieve la persistencia de la impunidad de que gozaban altos cargos responsables de violaciones graves de derechos humanos. El Consejo de Ministros aprobó unos proyectos de ley relacionados con crímenes cometidos en el pasado y reparaciones. La situación humanitaria seguía siendo terrible; la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU calculaba que aproximadamente el 76% de la población necesitaba asistencia humanitaria durante el año. Millones de personas hacían frente a altos niveles de inseguridad alimentaria. La prestación de servicios de salud corría a cargo principalmente de donantes internacionales. Había 2 millones de personas internamente desplazadas y casi 2,23 millones de personas habían buscado refugio en países vecinos. Hubo fenómenos inducidos por el cambio climático, como inundaciones y sequía, que dejaron a unos 2 millones de personas sin alimentos o tierras agrícolas.
Leer másRetiene la pena de muerte en la legislación
Herramientas de campaña que se pueden emplear para intervenir con carácter de urgencia y defender los derechos humanos de alguien.
Informes, documentos informativos, declaraciones, contribuciones escritas para OIG y otros recursos de los equipos de investigación de Amnistía.