La situación de los derechos humanos en Eritrea no mostró señal alguna de mejora. Las autoridades seguían sometiendo a miembros de la disidencia política y de congregaciones religiosas, periodistas y pueblos indígenas a detención arbitraria y desaparición forzada. El derecho a practicar creencias religiosas era objeto de severas restricciones, y un dirigente religioso murió en prisión tras haber estado recluido durante 10 años. El pueblo indígena afar sufría discriminación y otras formas de persecución. Se intensificó el uso del servicio militar obligatorio e indefinido; las mujeres reclutas sufrían violencia sexual en los campamentos de adiestramiento.
Leer másRetiene la pena de muerte en la legislación pero no ha llevado a cabo ejecuciones en al menos 10 años
Herramientas de campaña que se pueden emplear para intervenir con carácter de urgencia y defender los derechos humanos de alguien.
Informes, documentos informativos, declaraciones, contribuciones escritas para OIG y otros recursos de los equipos de investigación de Amnistía.