Las autoridades israelíes deben poner en libertad inmediata a Ahmad Manasra, palestino de 20 años de edad que ha presentado graves problemas de salud mental desde su detención cuando era menor de edad, hace siete años. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy. El domingo 19 de junio una junta de libertad condicional revisará el caso de Ahmad Manasra.
En 2015, las autoridades israelíes arrestaron a Ahmad Manasra, que entonces tenía 13 años, y lo interrogaron y amenazaron con dureza sin que hubiera un abogado o abogada presente. Lleva en prisión desde entonces, y en régimen de aislamiento desde principios de noviembre de 2021. A Ahmad se le ha diagnosticado esquizofrenia, sufre delirios psicóticos, está gravemente deprimido y tiene pensamientos suicidas. El miércoles fue trasladado al hospital de la prisión de Ramleh, en el centro de Israel, a causa del deterioro de su estado mental.
“Ahmad Manasra ha sido objeto de una retahíla de injusticias por parte de las autoridades israelíes, como los efectos nocivos del encarcelamiento durante su crecimiento y la prolongada reclusión en régimen de aislamiento. Ha sufrido malos tratos durante los interrogatorios, que se llevaron a cabo sin la presencia de sus padres ni representación letrada, y se le negó el derecho a un juicio justo. Debería haber sido puesto en libertad hace mucho tiempo, pero sigue padeciendo un sufrimiento innecesario en las prisiones israelíes”, ha informado Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“A la espera de su puesta en libertad, se le debe dar acceso a una atención médica adecuada y no se le debe volver a recluir en régimen de aislamiento. Las denuncias de tortura y otras violaciones de derechos humanos que ha sufrido Ahmad deben ser investigadas de forma efectiva y transparente.”
Ahmad Manasra fue detenido el 12 de octubre de 2015 a raíz del apuñalamiento y las lesiones que sufrieron dos ciudadanos israelíes en Pisgat Zeev, un asentamiento israelí ilegal en el territorio ocupado de Jerusalén Oriental. A pesar de que los tribunales determinaron que no había participado en los apuñalamientos, fue declarado culpable de intento de asesinato en 2016 en un proceso empañado por denuncias de tortura, y a pesar de que en ese momento no tenía la edad mínima para la responsabilidad penal.
El 19 de junio de 2022, el tribunal de primera instancia de Ramleh revisará la posibilidad de que Ahmad Manasra quede en libertad anticipada en virtud de la Ley de Libertad Condicional de Israel de 2001.
Israel, que es un Estado Parte de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), tiene la obligación de garantizar que la privación de libertad de los niños y las niñas “se aplica únicamente como último recurso y durante el plazo más breve que sea adecuado”.
Reclusión prolongada en régimen de aislamiento
Ahmad Manasra lleva recluido en régimen de aislamiento desde principios de noviembre de 2021, en violación de la prohibición absoluta de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. El 17 de abril de 2022, el Servicio Penitenciario de Israel pidió renovar el aislamiento de Ahmad por otros seis meses. La vista sobre su reclusión en régimen de aislamiento, prevista para el 15 de junio de 2022, se pospuso a una fecha posterior.
La salud mental de Ahmad Manasra empeoró durante su encarcelamiento. En octubre de 2021, un psicólogo clínico israelí independiente colaborador de Physicians for Human Rights Israel (PHRI) le diagnosticó trastornos psiquiátricos graves, y declaró que éstos se habían desarrollado desde su encarcelamiento.
En febrero de 2022, los padres de Ahmad Manasra declararon que a su hijo se le había diagnosticado esquizofrenia, que sufría delirios psicóticos, que estaba muy deprimido y tenía pensamientos suicidas.
Su abogado, Khaled Zabarqa, dijo a Amnistía Internacional:
“Hemos pedido al Servicio Penitenciario de Israel que ponga en libertad Ahmad para que reciba atención domiciliaria y comunitaria con carácter de urgencia porque su vida corre verdadero peligro. El propio personal médico de la prisión lo reconoció en su informe del 13 de junio, que motivó su traslado desde su celda al hospital de la misma prisión.”
Discriminación israelí contra niños y niñas palestinos
Israel sigue perpetrando violaciones de derechos humanos generalizadas y sistemáticas contra la población palestina, incluyendo a niños y niñas, en un contexto de décadas de discriminación, segregación y persecución promovidas por el Estado. Existen pruebas de que el trato infligido a Ahmad Manasra se ajusta a una amplia constante de discriminación contra niños y niñas palestinos por parte del sistema de justicia penal israelí. Según los datos de Amnistía Internacional, unas 170 personas palestinas actualmente encarceladas fueron detenidas cuando eran menores de edad. En muchos de estos casos, a los niños y niñas se les negó un juicio justo de acuerdo con las normas internacionales, así como la protección en virtud del sistema de justicia de menores. En otros casos, niños y niñas fueron objeto de tortura y otros malos tratos.
Desde hace décadas, la Agencia de Seguridad de Israel, el Servicio Penitenciario de Israel y las fuerzas de seguridad de Israel torturan o someten a otros malos tratos a las personas palestinas detenidas, menores incluidos, durante el arresto, el traslado y el interrogatorio. La Agencia de Seguridad de Israel emplea métodos especialmente duros para obtener información y “confesiones”.
En cambio, son pocas las personas ciudadanas judías de Israel, incluyendo a menores, que son condenadas por violencia contra la población palestina, y las que son detenidas gozan de derechos básicos que se niegan a la población palestina.
“El uso generalizado y sistemático por parte de Israel de la detención arbitraria, la detención administrativa y la tortura a gran escala contra la población palestina es una violación flagrante del derecho internacional, y es un componente clave de un sistema de apartheid”, ha afirmado Heba Morayef.
Ahmad Manasra es uno de los innumerables palestinos a quien el sistema de justicia de Israel, profundamente defectuoso, ha arrebatado sus derechos como niño, y debe ser puesto en libertad.
Heba Morayef, Amnistía Internacional
Información complementaria
Un mes después de la detención de Ahmad Manasra, en noviembre de 2015, se hicieron públicas las imágenes de su interrogatorio. El vídeo de 10 minutos, revisado por Amnistía Internacional, muestra a Ahmad siendo interrogado por tres hombres, sin la presencia de representación letrada o de sus padres, en violación de las normas internacionales. Aparece cada vez más angustiado mientras sus interrogadores le siguen gritando y le dirigen insultos y amenazas. Este video es una prueba de las varias violaciones de derechos humanos de Manasra como menor y como detenido. Amnistía Internacional no tiene conocimiento de que se haya investigado la conducta de los agentes de policía y de seguridad.