En los últimos 10 años, defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas que trabajan en Chechenia son objeto de cada vez más amenazas, ataques y hostigamiento.
El dirigente checheno Ramzan Kadyrov y otros cargos públicos llevan años desprestigiando sistemáticamente a los defensores y defensoras de los derechos humanos, calificándolos de “marionetas de Occidente” y de “enemigos de Rusia” resueltos a desestabilizar Chechenia. Algunas de estas personas también han sufrido ataques, intimidación y hostigamiento a manos de funcionarios de seguridad locales o de matones progubernamentales. La ausencia de investigaciones efectivas para exigir cuentas a los presuntos responsables perpetúa un ciclo de impunidad que permite que estos ataques continúen.
¿Qué le pasó a Natalia Estemirova?
Natalia era una de las defensoras de los derechos humanos más valientes y destacadas de Rusia y miembro importante del grupo de derechos humanos Memorial. Documentó violaciones de derechos humanos perpetradas en el segundo conflicto checheno, como torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. Fue amenazada e intimidada durante años por las autoridades de Chechenia debido a su trabajo.
Natalia Estemirova © Ekho Kavkaza
Natalia fue secuestrada por unos hombres armados cerca de su apartamento en Grozni el 15 de julio de 2009. Su cuerpo fue encontrado ese mismo día en una cuneta de la vecina Ingushetia. Su muerte fue uno de los golpes más duros de la larga lista de ataques contra defensores y defensoras de los derechos humanos que continúan hasta hoy, mientras los presuntos perpetradores gozan de una impunidad total. Tras su homicidio, Memorial tuvo que evacuar a su personal y suspendió su trabajo en Chechenia durante cinco meses debido a la falta de seguridad.
El trabajo por los derechos humanos en Chechenia es aún más peligroso desde el asesinato de Estemirova
Memorial siguió trabajando bajo una presión creciente de las autoridades y el 9 de enero de 2018, el director de la oficina de la organización en Grozni, Oyub Titiev, fue detenido arbitrariamente por la policía después de que ésta supuestamente “encontrase” droga (cánnabis) cuando registraba su automóvil. Oyub está detenido desde entonces como presunto autor de un delito tipificado en el artículo 228 del Código Penal ruso (adquisición y almacenamiento ilegales de narcóticos en cantidades especialmente grandes). De ser declarado culpable, podría ser condenado a una pena de hasta 10 años de prisión.
Poco después de su detención, las autoridades sometieron a hostigamiento e intimidación a su familia, que tuvo que marcharse de Chechenia. Al principio de su detención, Oyub Titiev fue presionado para hacer una “confesión” autoinculpatoria, a lo que se negó.
El juicio contra Oyub Titiev comenzó el 19 de julio en el Juzgado Municipal de Shali, Chechenia.
Oyub y la oficina de Memorial en Chechenia
Oyub Titiev trabaja con Memorial desde principios de la década de 2000: primero fue voluntario, ayudando a Natalia Estemirova a reunir pruebas de secuestros, homicidios y saqueos cometidos por las fuerzas armadas durante la operación de “limpieza” realizada en el pueblo natal de Oyub, Kurchaloy, y en 2002 se incorporó a la organización como miembro del personal. Asumió el cargo de director de la oficina de Memorial en Chechenia tras el asesinato de Natalia en 2009.
El personal de Memorial sobre el terreno es fundamental para documentar y poner de relieve las violaciones generalizadas de los derechos humanos cometidas en Chechenia durante el primer y el segundo conflicto checheno y posteriormente. En los meses anteriores a su detención, Oyub estuvo trabajando en el caso de 27 personas chechenas supuestamente objeto de desaparición forzada y después muertas a tiros por la policía en enero de 2017.
La persecución de Oyub Titiev no es un caso aislado, sino parte de una campaña para expulsar de Chechenia a defensores y defensoras de los derechos humanos e impedir toda información sobre las violaciones de estos derechos que se cometen en esa república. Ramzan Kadyrov ha dicho abiertamente que Chechenia será una zona prohibida para quienes defienden los derechos humanos cuando termine el juicio de Oyub.
La “enfermedad” que padece Oyub desde la infancia es luchar por la justicia. Por eso está aquí.
Como dijo al juez un lugareño anciano: “Oyub es un buen chico. Si tiene usted una pizca de justicia, por favor, póngalo en libertad”.
Amnistía Internacional asistió a varias vistas del juicio. Miembros del cuerpo diplomático y periodistas han mostrado también su solidaridad con Oyub asistiendo a las vistas y proporcionando cobertura internacional al desarrollo del juicio.
Oyub fue parte de la campaña global que hizo Amnistía Internacional durante la Copa Mundial de la FIFA, como capitán del #EquipoValiente de 11 defensores y defensoras de los derechos humanos de Rusia. Activistas de Amnistía de todo el mundo reunieron más de 169.000 firmas de apoyo a Oyub y a los demás miembros del #EquipoValiente.
En reconocimiento a su labor, Oyub Titiev fue galardonado con el Premio de Derechos Humanos Václav Havel por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa el 8 de octubre de 2018. Durante la ceremonia de entrega del premio, el presidente de la Asamblea Parlamentaria dijo:
Somos plenamente conscientes de las dificultades a las que se enfrentan el señor Titiev y sus colegas. Este galardón es un mensaje que enviamos a todas las personas que trabajan en esa región para reafirmar el Estado de derecho y los derechos humanos: sigan adelante; pueden tener la seguridad de que cuentan con nuestro apoyo.
El 21 de noviembre de 2018, Oyub recibió el premio franco-alemán para los Derechos Humanos y el Estado de Derecho que conceden Francia y Alemania a 15 personas que defienden con valentía los derechos humanos en el mundo.
En su informe publicado el 21 de diciembre de 2018, el relator de la OSCE en el marco del Mecanismo de Moscú sobre presuntas Violaciones de Derechos Humanos e Impunidad en la República Chechenia de la Federación Rusa, describió con detalle el enjuiciamiento de Oyub y pidió su libertad inmediata.
En una carta leída públicamente en la entrega del premio Václav Havel, Oyub expresó su agradecimiento por esta solidaridad internacional con la siguiente declaración:
Estoy convencido de una cosa: esta labor para proteger los derechos humanos en Chechenia y en Rusia debe continuar, y la solidaridad internacional puede ayudarnos a hacerlo.
El 9 de enero de 2019 se cumplió un año desde que Oyub fue encarcelado injustamente. Durante este tiempo, se han celebrado en el Juzgado Municipal de Shali 30 vistas sobre el fondo del asunto; se ha denegado reiteradamente a Oyub la libertad bajo fianza y su detención se ha renovado varias veces, la más reciente hasta el 22 de marzo de 2019. Mientras el juicio se acerca a su fin, proseguiremos nuestra campaña hasta conseguir que Oyub pueda regresar con sus seres queridos, amistades y colegas.