Irán niega la hospitalización a una defensora de los derechos humanos encarcelada, en huelga de hambre desde hace 40 días

Las autoridades iraníes deben trasladar de inmediato a Atena Daemi, defensora de los derechos humanos encarcelada cuya salud se ha deteriorado bruscamente en los últimos días, a un hospital fuera de la prisión para que pueda recibir la atención médica especializada que requiere. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.

Atena Daemi, que lleva 40 días en huelga de hambre, ha estado tosiendo sangre y ha sufrido una gran pérdida de peso, náuseas, vómitos, fluctuaciones de la presión sanguínea y dolor de riñones. Los médicos han advertido de que necesita hospitalización inmediata. Sin embargo, las autoridades de la prisión de Evin, en Teherán, se han negado a autorizar su traslado a un hospital fuera de la prisión para que reciba tratamiento médico.

“La negación deliberada de tratamiento médico especializado a una persona cuyo estado de salud es crítico no es sólo flagrantemente ilegal, sino que además es cruel y puede constituir tortura. Al negarse a trasladar a Atena Daemi al hospital, las autoridades iraníes están dañando su salud y poniendo potencialmente su vida en peligro”, ha manifestado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

La negación deliberada de tratamiento médico especializado a una persona cuyo estado de salud es crítico no es sólo flagrantemente ilegal, sino que además es cruel y puede constituir tortura.

Magdalena Mughrabi, directora adjunta para Oriente Medio y el Norte de África

“Atena Daemi está en prisión exclusivamente porque las autoridades iraníes la están castigando por su activismo de derechos humanos. Ahora, además de esta injusticia, están causándole un sufrimiento innecesario al privarla de la atención médica.”

“En lugar de incumplir sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos al ignorar temerariamente las necesidades médicas de Atena Daemi, las autoridades iraníes deben poner a esta mujer en libertad de forma inmediata e incondicional y abordar los agravios que han dado lugar a su huelga de hambre.”

Atena Daemi inició su huelga de hambre el 8 de abril, en protesta por las condenas de cárcel condicionales impuestas, tras un juicio injusto, a sus hermanas Hanieh y Ensieh por “insultar a funcionarios públicos de servicio”. Amnistía Internacional cree que las actuaciones contra ambas fueron debidas simplemente a la relación de las dos con Atena.

El 8 de mayo, tras perder brevemente la conciencia unos días antes, Atena Daemi fue trasladada a un hospital fuera de la prisión para que se le realizaran unas pruebas médicas organizadas por su familia, pero fue devuelta al centro penitenciario antes de que se recibieran los resultados de dichas pruebas. En una consulta de seguimiento que tuvo lugar el 15 de mayo, su médico dijo que Atena debía ser ingresada de inmediato en un hospital. Sin embargo, ese mismo día fue devuelta de nuevo a la prisión. Más tarde, ese mismo día, fue conducida a la clínica del centro penitenciario porque había tosido sangre.

Atena Daemi permanece encarcelada desde noviembre de 2016, cumpliendo una pena de siete años de prisión, reducida respecto a una condena original de 14 años. Fue declarada culpable, tras un juicio injusto, de cargos falsos relacionados con la seguridad nacional, derivados exclusivamente de sus actividades pacíficas de derechos humanos. La sentencia del tribunal citó como “prueba” comentarios que Atena había realizado en Facebook, en los que criticaba las ejecuciones y las violaciones de derechos humanos en Irán, y utilizó también la participación de Atena en eventos de solidaridad con condenados a muerte, su distribución de folletos contra la pena capital, y sus vínculos con defensores y defensoras de los derechos humanos y con las familias de personas fallecidas durante la represión que siguió a las elecciones de 2009.