La liberación de un prominente líder de oposición venezolano encarcelado injustamente desde el 2014 como castigo por su trabajo de derechos humanos debe marcar un cambio profundo en el abordaje del gobierno a la disidencia y la libertad de expresión, dijo Amnistía Internacional.
Rosmit Mantilla, Miembro del Parlamento, activista de derechos humanos y preso de consciencia fue liberado después de haber pasado más de dos años detenido en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional en Caracas, a la espera de un juicio.
“La muy esperada liberación de Rosmit es una muy buena noticia para los derechos humanos en Venezuela. Rosmit no debería haber pasado ni un Segundo detrás de las rejas. Las autoridades venezolanas deben ahora construir sobre este paso positivo y liberar a todos los activistas sociales y líderes políticos cuyo único ‘crimen’ fue no estar de acuerdo con el gobierno,” dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Las autoridades venezolanas deben ahora construir sobre este paso positivo y liberar a todos los activistas sociales y líderes políticos cuyo único 'crimen' fue no estar de acuerdo con el gobierno
Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional
Rosmit Mantilla es un activista por los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexo (LGBTI) y es miembro del partido de oposición Voluntad Popular.
Había sido acusado de recibir dinero para financiar protestas anti-gubernamentales que tuvieron lugar entre Febrero y Julio de 2014. La única evidencia en su contra parece ser un testimonio anónimo.