Hong Kong: La sentencia condenatoria contra líderes estudiantiles, último golpe a la libertad de expresión

El procesamiento, por parte de las autoridades de Hong Kong, de tres líderes estudiantiles en favor de la democracia transmite una escalofriante advertencia respecto a libertad de expresión y reunión pacífica en la ciudad. Así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional, después de que Joshua Wong, Alex Chow y Nathan Law hayan sido declarados culpables por el papel que desempeñaron en los sucesos que desencadenaron el Movimiento de los Paraguas de 2014.

El procesamiento de líderes estudiantiles por cargos vagamente formulados suena a represalia política de las autoridades.

Mabel Au, directora de Amnistía Internacional Hong Kong.

El Tribunal de Primera Instancia de la Zona Este de la ciudad declaró a Joshua Wong y Alex Chow culpables de “participar en una reunión ilegal”. Joshua Wong fue absuelto de un segundo cargo de “incitar a otras personas a participar en una reunión ilegal”, pero Nathan Law fue declarado culpable de ese mismo cargo. La determinación de la pena se aplazó hasta el 15 de agosto.

“El procesamiento de líderes estudiantiles por cargos vagamente formulados suena a represalia política de las autoridades”, ha manifestado Mabel Au, directora de Amnistía Internacional Hong Kong.

“La persecución constante de figuras destacadas del Movimiento de los Paraguas es un golpe a la libertad de expresión y reunión pacífica en Hong Kong.”

Las declaraciones de culpabilidad se refieren a un incidente específico ocurrido el 26 de septiembre de 2014, al inicio de la protesta en favor de la democracia encabezada por estudiantes ante la sede del gobierno en Hong Kong. Ese día, varios estudiantes entraron, trepando la valla que lo rodea, al patio delantero de la sede, conocido popularmente como Plaza Cívica. Esa plaza había sido previamente un lugar popular para celebrar protestas pacíficas, hasta que las autoridades restringieron el acceso a él en el verano de 2014.

La manera en que la policía manejó esta protesta inicial y las detenciones de los líderes estudiantiles en aquellos momentos fueron un factor crucial para que decenas de miles de simpatizantes en favor de la democracia se echaran a la calle en los días inmediatamente posteriores.

Las vagas disposiciones de la Ordenanza de Orden Público de Hong Kong, en la que se basaba este procesamiento, han sido criticadas reiteradamente por el Comité de Derechos Humanos de la ONU por no cumplir el derecho y las normas internacionales de derechos humanos sobre el derecho de reunión pacífica.

“Las autoridades deben dejar de utilizar leyes imprecisas en un intento de intimidar a la gente para que no ejerza su derecho de reunión pacífica”, ha manifestado Mabel Au.

“Los procesamientos dirigidos a poner fin a la participación en protestas pacíficas deben ser retirados.”

Según la policía, 955 personas fueron detenidas por diversos presuntos delitos durante las protestas del Movimiento de los Paraguas, que tuvieron lugar de septiembre a diciembre de 2014. Otras 48 personas fueron detenidas tras las protestas, varias de ellas por “reunión ilegal”. Según el gobierno de Hong Kong, a 31 de enero de 2016, 216 personas habían sido procesadas o seguían enfrentándose a cargos por su presunta participación en las protestas.