Foto: STR/AFP/Getty Images.
Este fin de semana se celebrará en Bahréin el Gran Premio de Fórmula 1. Pero detrás de los brillantes bólidos y las enormes botellas de champán, hay un gobierno que no se detiene ante nada con tal de castigar a quienes se atreven a protestar por la trágica situación de los derechos humanos en el país.
He aquí cinco datos que debes saber sobre el reino del Golfo antes de la celebración de uno de los acontecimientos más brillantes del calendario deportivo.
Está prohibido manifestarse en la capital, Manama
Desde hace casi dos años están prohibidas las manifestaciones en la capital de Bahréin. E incluso fuera de Manama, las fuerzas de seguridad suelen utilizar gas lacrimógeno y perdigones para dispersar a toda persona que se atreva a manifestarse, lo cual a menudo se salda con manifestantes heridos o incluso muertos.
Puedes ir a la cárcel por criticar a las autoridades en Twitter u otras redes sociales
Las autoridades de Bahréin suelen utilizar vagos cargos relativos a la seguridad nacional –como “incitar al odio contra el gobierno”, “amenazar con el derrocamiento del gobierno” o “insultar” al rey y a otras instituciones oficiales– contra activistas y otras personas que hacen comentarios críticos de sus políticas en las redes sociales.
Si a las autoridades no les gusta el trabajo de una organización, pueden cerrarla sin más
Nuevas leyes recientemente introducidas permiten al gobierno bahreiní suspender la actividad de cualquier asociación política o cerrarla por presuntas “irregularidades”, y las organizaciones de derechos humanos viven bajo la amenaza de un restrictivo proyecto de ley sobre ONG. Incluso se han presentado cargos contra activistas políticos por reunirse con representantes de gobiernos extranjeros.
La tortura es práctica habitual contra los muchos activistas que acaban detenidos
Hemos documentado decenas de casos de personas detenidas que han sido brutalmente golpeadas, privadas de sueño y alimentación adecuada, quemadas con cigarrillos, agredidas sexualmente, sometidas a descargas eléctricas incluso en los genitales o quemadas con una plancha para intentar que “confesaran” sus delitos. Un activista detenido nos dijo que lo golpearon con la garra de un martillo en varias partes del cuerpo. Otro afirmó haber sido violado insertándole una tubería de plástico en el ano.
Estos terribles abusos raramente se investigan adecuadamente.
Y, si nada de eso funciona, el gobierno simplemente retira la nacionalidad
Las autoridades de Bahréin suelen recurrir a retirar la nacionalidad a las personas que consideran opositoras al gobierno. Sin nacionalidad, estas personas se ven obligadas a salir del país, aunque no tengan adónde ir. En la práctica, muchas se convierten en apátridas.
Para saber más sobre el estado de los derechos humanos en Bahréin, lee nuestro último informe:
Bahrain: Behind the rhetoric: Human rights abuses in Bahrain continue unabated