Activistas de todo el mundo contra la homofobia en Jamaica, Ucrania y Sudáfrica

En Jamaica, algunos hombres son tachados de delincuentes sólo por expresar su amor.

Los intentos de celebrar el Día del Orgullo en Kiev, la capital de Ucrania, se han topado una y otra vez con un muro debido a las amenazas, muy reales, de violencia y a que la fuerza policial no está dispuesta a proteger a los participantes. 

Y en Sudáfrica, el odio homófobo desemboca con demasiada frecuencia en agresiones y homicidios que no investiga la policía no suele investigar.

Estos tres países ofrecen una imagen de los tipos de discriminación y de violencia que afronta el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero e intersexo (LGBTI) en todo el mundo. En numerosos países, este clima de prejuicios aumenta la probabilidad de sufrir agresiones físicas y otros abusos contra los derechos humanos de las personas a causa de su orientación sexual e identidad de género, sea real o percibida.

El 17 de mayo, para conmemorar el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, simpatizantes de Amnistía Internacional de todo el mundo emprenderán acciones para poner de relieve la situación de los derechos humanos del colectivo LGBTI en estos tres países y mostrar su solidaridad. 

Un elevado nivel de discriminación

En todo el mundo hay personas que sufren numerosas violaciones de derechos humanos debido a su orientación sexual o identidad de género, real o percibida.

El colectivo LGBTI sufre de forma desproporcionada un elevado nivel de discriminación en el acceso a la atención para la salud, la educación, el empleo y la vivienda. En muchos países, las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo siguen estando penalizadas y el colectivo LGBTI es a menudo objeto de violencia, acoso, detenciones arbitrarias, detenciones ilegítimas, encarcelamiento y torturas. Varios países imponen aún la pena de muerte por las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo y existe el riesgo de que esta pena se introduzca en otros.

Además, se niega a estas personas el derecho a la libertad de expresión y de reunión: en ciertos países, los activistas que organizan actos para celebrar el Orgullo son proscritas por las autoridades municipales o tienen una protección policial insuficiente cuando la amenaza de la violencia pesa sobre estos actos.

El Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia se creó en 2004 para llamar la atención de los responsables de las políticas, los líderes de opinión, los movimientos sociales, la opinión pública y los medios de comunicación sobre estas cuestiones. Se celebra el 17 de mayo para conmemorar la decisión adoptada en 1990 por la Organización Mundial de la Salud de eliminar la homosexualidad de la lista de trastornos mentales.

“Sólo por ser quienes son, en muchos países el colectivo LGBTI sufre la discriminación, la violencia y el miedo en su vida cotidiana”, ha declarado Emily Gray, del Programa sobre Género, Sexualidad e Identidad de Amnistía Internacional.

“En el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, Amnistía Internacional pide a miles de activistas que hagan una enérgica demostración de solidaridad para contribuir a cambiar las actitudes y las realidades en Jamaica, Ucrania y Sudáfrica.

Los activistas responden

En Jamaica, las relaciones sexuales consentidas entre hombres siguen estando penalizadas y pueden castigarse con hasta 10 años de cárcel. Aunque estas leyes rara vez se aplican, el clima de prejuicio resultante aumenta la probabilidad de que se produzcan discriminación, agresiones físicas y otros abusos contra los derechos humanos de las personas debido a su orientación sexual e identidad de género, real o percibida.

Esta discriminación se traduce en casos frecuentes de detenciones arbitrarias, detenciones y malos tratos a miembros del colectivo LGBTI. El acceso a la atención para la salud, la vivienda, el empleo y otros servicios está también limitado por un nivel desproporcionadamente elevado de discriminación.

Durante la campaña electoral de diciembre de 2011, la actual primera ministra, Portia Simpson-Miller, declaró que “nadie debería ser discriminado debido a su orientación sexual” y que “el gobierno debería proporcionar protección” al colectivo LGBTI.

Los activistas de Amnistía Internacional están usando Twitter para recordar a la primera ministra y a su gobierno la urgencia de adoptar medidas concretas que respalden este compromiso.

Mientras, en Europa, el colectivo LGBTI de Ucrania sufre estereotipos negativos y un trato discriminatorio a manos de parte de la ciudadanía y de las autoridades. Hay noticias de que algunos líderes religiosos y autoridades elegidas del gobierno han hecho comentarios abiertamente discriminatorios contra este colectivo.

En Ucrania nunca se ha celebrado la marcha del Orgullo. La marcha que se iba a celebrar en la capital, Kiev, en mayo del año pasado se suspendió por las amenazas de violencia del público contra los participantes y porque la policía no estableció medidas de seguridad adecuadas.

Otros actos públicos organizados por el colectivo LGBTI han sido prohibidos por temor a suscitar reacciones negativas de la ciudadanía, y se ha enjuiciado a activistas LGBTI por ejercer su derecho de reunión pacífica.

Existe el temor de que la celebración del Orgullo el próximo 25 de mayo sea suspendida de nuevo por las amenazas y las insuficientes medidas de protección de la policía.

Amnistía Internacional respalda totalmente la marcha del Orgullo de Kiev y está trabajando con los organizadores para garantizar que las autoridades locales permiten su celebración sin obstáculos; la organización enviará una delegación para apoyar la marcha.

Los activistas también trabajan sobre Sudáfrica, donde los crímenes de odio contra personas debido a su orientación sexual o identidad de género, real o percibida, son muy frecuentes.

Entre junio y noviembre de 2012 solamente, Amnistía Internacional documentó siete asesinatos de miembros del colectivo LGBTI en el país, aunque es probable que la cifra real sea muy superior.

Existe una evidente desconexión entre las progresistas leyes sudafricanas sobre cuestiones LGBTI y el acceso, en la práctica, a la justicia para las personas de este colectivo que son víctimas de crímenes de odio. Esto es algo que queda patente en el hecho de que la policía no investiga adecuadamente los casos de violencia contra miembros del colectivo LGBTI y en el clima permanente de temor que éste soporta, sobre todo en algunos barrios y en las zonas rurales. En conjunto, prevalece la impunidad por estos crímenes de odio.

En torno a la fecha del 17 de mayo, los simpatizantes de Amnistía Internacional enviarán mensajes personales de solidaridad a activistas LGBTI de Sudáfrica, para alzarse juntos contra los crímenes de odio.

“Amnistía Internacional cree que todas las personas, con independencia de su orientación sexual o identidad de género, deben poder ejercer todos sus derechos humanos sin temor a sufrir violencia, discriminación y persecución”, concluyó Emily Gray.