“Jamás me detendré”: la campaña de una madre para liberar a su hijo en Irán

El líder espiritual y preso de conciencia iraní Mohammad Ali Taheri lleva cinco años recluido en prisión preventiva en régimen de aislamiento y ha llevado a cabo más de una docena de huelgas de hambre para protestar por su detención. Su madre, Ezat, nos cuenta su larga lucha por su liberación.

El día que arrestaron a mi hijo, cada célula de mi cuerpo temblaba de miedo.
Las fuerzas de seguridad irrumpieron en mi casa repentinamente y se llevaron todas sus pertenencias. Yo no sabía dónde estaba él o que le podía haber sucedido. La incertidumbre, el miedo y la conmoción de ver que las autoridades registraban mi casa me hicieron sentir muchísimo peor.

Mohammad Ali Taheri © Particular
Mohammad Ali Taheri © Particular

Me di cuenta de que Mohammad tenía que estar vivo porque, de haber sucedido lo peor, no habrían venido por sus cosas. Sin embargo, no podía creer que el hogar de una madre, cuyo hijo era un ejemplo de bondad y lealtad, estuviera siendo invadido.

Ocho largos meses

Soy una persona mayor y Mohamamad era quien me cuidaba. Durante ocho largos meses no supe dónde se encontraba ni si estaba vivo. No había modo de averiguarlo. Mi vida era amarga cuando dormía y todavía lo era más cuando estaba despierta. Por fin, recibimos una llamada de teléfono desde una prisión y logramos que un abogado se reuniera con él durante cinco minutos, aunque todavía no me permitían verlo.
La angustia que pasé durante ese tiempo me causó tantas dolencias que, finalmente, con el cuerpo cansado y el espíritu abatido, tuve que abandonar el país e ir a Canadá para estar con mi hija. Necesitaba seguridad, alejarme de los registros periódicos que las fuerzas de seguridad hacían en mi casa, y ser capaz de seguir con la causa de mi hijo. En Irán, tenía las manos atadas.

Ezat Taheri haciendo campaña por su hijo. © Particular
Ezat Taheri haciendo campaña por su hijo. © Particular

Estoy triste porque lo dejé todo en mi país, allí están mis raíces y mi identidad. Dejé atrás años de duro trabajo, justo cuando debería estar disfrutando de la vida junto a mis hijos. Las autoridades me destrozaron el corazón. Al final, me olvido de todo y centro mis esfuerzos en liberar a mi hijo con la ayuda de grupos de derechos humanos.

Mi corazón está con mi hijo

Es insoportable para una madre pensar que su hijo está recluido en régimen de aislamiento pasando por semejante calvario. Mi corazón está con mi hijo cada segundo. También está con sus hijos, a los que se les ha privado del amor de su padre. Creo que sólo quienes tienen a un familiar en prisión cuya vida corre peligro pueden entender por lo que estoy pasando.
Aunque sabemos que Mohammad es fuerte, nos preocupan las consecuencias de sus huelgas de hambre a largo plazo. ¿Cómo puedo soportar como madre que mi hijo esté encarcelado en unas condiciones tan injustas que necesite declararse en huelga de hambre para hacer oír su voz y que se respeten sus derechos?

No se imaginan lo doloroso que es comer cuando tu propio hijo está en huelga de hambre. Ni siquiera podía injerir comida.  Durante su huelga de hambre de 70 días, la tristeza me impedía comer y perdí mucho peso.

Haremos todo lo posible

Cuando estaba en Irán, no podía hacer nada por mi hijo. Contratar los servicios de un abogado era el único modo de luchar por su causa. Tan pronto llegué a Canadá en 2012, le dije a mi hija que debíamos hacer todo lo posible por Mohammad.
Mi hija y yo viajamos a diferentes ciudades y hablamos con muchos activistas de derechos humanos. Muchas personas han firmado la carta de Amnistía Internacional pidiendo a las autoridades iraníes que anulen su condena a muerte. Juntos han contribuido a salvarle la vida a mi hijo.

Ezat Taheri. © Particular
Ezat Taheri. © Particular

Quisiera también expresar mi gratitud y reconocimiento a los y las simpatizantes de Amnistía Internacional por ayudar a mi hijo y proteger sus derechos. Les deseo éxito en toda su labor al servicio de la humanidad.

Protegeré a mi hijo

Siempre hemos dicho que la detención de mi hijo carece de fundamento. La fe en la inocencia de mi hijo es lo que me da fuerzas para seguir adelante. Soy madre, y hasta mi último suspiro y los últimos instantes de mi vida siempre sentiré la responsabilidad de proteger a mi hijo.
El hecho de que Mohammad estuviera lleno de esperanza antes de ser encarcelado también me da mucha esperanza, fuerza y determinación para seguir. No me detendré hasta el día en que muera, y haré cualquier cosa por liberar a mi hijo.

Ezat Taheri. © Particular
Ezat Taheri. © Particular

EXIGE QUE SE ACTÚE:

Hace cinco años, Mohammad Ali Taheri fue arrestado y acusado de cometer varios delitos, entre ellos “insultar a santidades islámicas”, por los que fue condenado a cinco años de prisión. En julio de 2015, fue condenado a muerte por “propagar corrupción en la tierra” mediante el establecimiento de un grupo espiritual y la difusión de creencias y prácticas que, a juicio de las autoridades, eran perversas y promovían un “derrocamiento suave” del gobierno.

Aunque posteriormente se anuló su condena a muerte, su caso ha sido remitido a un tribunal de menor instancia para que siga estudiándolo, lo que implica que podría volver a ser condenado a la pena capital. Únete a nosotros y dile a las autoridades de Irán que lo pongan inmediatamente en libertad.

.@khamenei_ir Liberen al maestro espiritual iraní Mohammad Ali Taheri. Es un preso de conciencia @JZarif https://bit.ly/1WHVq7i