El 14 de diciembre de 1999 se conoció la noticia de que Faustino Salazar, ciudadano filipino, había sido condenado a recibir 75 latigazos y a cuatro meses de cárcel por importación ilegal de bebidas alcohólicas. A Amnistía Internacional le preocupa mucho que la pena de flagelación se ejecute dentro de poco.